Institución Futuro presentaba hace unos días un nuevo boletín en el que se refería a la presentación por parte del Gobierno de Navarra de la campaña “Yo soy de la pública / Ni publikokoa naiz”, animando a la inscripción del alumnado en la red educativa pública, que se realizará del 7 al 11 de marzo de este año.
El análisis por CCAA, en relación a este asunto, muestra según lo señalado por este think tank navarro que la Comunidad Foral lleva años siendo la segunda región con más alumnos estudiando en centros de titularidad concertada (con un 33% en el curso 2019/20), solo superada por el País Vasco (con un 48,1%). Es decir, que este tipo de enseñanza está muy arraigado en la Comunidad Foral, con una cifra muy superior a la media nacional.
El problema es que, como puede apreciarse en los gráficos que acompañan a la publicación, la cifra de alumnos que elige la enseñanza concertada en Navarra (el 33% según el Ministerio de Educación) en absoluto refleja toda la realidad educativa foral, porque no tiene en cuenta que no todas las familias pueden elegir este tipo de educación, al circunscribirse mayoritariamente la oferta a los núcleos de mayor población. Los datos del último informe del Consejo Escolar indican que la media de alumnos matriculados en centros concertados en poblaciones de más de 9.000 habitantes fue superior al 43%.
Es más, Institución Futuro continúa indicando que los datos de prematriculación del curso 2021/22 confirmaban el año pasado que en el área de Pamplona el 50,6% de los futuros alumnos deseaba estudiar en centros concertados y el 51,9% en Tudela. O sea, que donde es posible elegir más de la mitad de los ciudadanos escoge la enseñanza concertada, aunque en la práctica no existe oferta suficiente.
La conclusión de Institución Futuro es que, cuando hay posibilidad de elección, muchas familias navarras se decantan por la educación concertada, de hecho la mayoría. Por si fuera poco, la educación concertada obtiene muy buenos resultados académicos y el coste público por alumno de la concertada es, para las arcas de la administración, de 3.850 euros frente a los 6.840 euros por alumno de la educación pública. “Yo soy de la pública”, dice la propaganda, a lo que debería añadir: “porque no me dejan elegir”. El Gobierno de Navarra no apuesta por la educación pública, sino contra la libertad.