
España ocupa el puesto número 35 en el Índice de Competitividad Global que cada año elabora el Foro Económico Mundial y que está liderado, por sexto año consecutivo, por Suiza, a la que siguen Singapur y Estados Unidos. España se mantiene estable y reconoce los esfuerzos de reforma emprendidos por las autoridades para contener el déficit presupuestario de los últimos años. Sin embargo, el documento apunta también a las áreas en las que debe mejorar, principalmente en la forma en que se perciben las instituciones, con “una mala calificación en términos de corrupción” y de “eficiencia gubernamental”.