“Hace pocas semanas supimos que la Comunidad de Madrid quiere reducir el número de parlamentarios de su Asamblea, de 136 a 91 diputados. Ahora bien, la oposición ya ha anunciado que bloqueará la iniciativa cuando llegue al pleno.
El debate sobre si el tamaño de los parlamentos autonómicos resulta excesivo, en lo que a número de parlamentarios se refiere, no es nuevo, ni mucho menos implica menospreciar su importante labor.
Pero en un momento en el que a todos los ciudadanos nos está tocando apretarnos el cinturón, con la crisis derivada de la pandemia, la guerra en Ucrania, la subida de los precios de la energía… ¿No es exigible que lo público también sea más eficiente?
Si miramos a Navarra vemos que en su Parlamento hay margen de mejora. Porque el foral es el segundo parlamento más caro por habitante. Porque la carga de trabajo de los parlamentarios es muy desigual, a pesar de que 44 de los 50 estén con dedicación exclusiva. O porque se dedica una parte muy importante de la actividad parlamentaria a temas que no coinciden con los que preocupan a los ciudadanos
Ahora bien, si no existe voluntad política para la citada reducción, me temo que este debate no irá mucho más allá”.