
Eduardo Serra, ex ministro y actual presidente de la Fundación everis, acudió a Pamplona el 10 de junio de 2013 a presentar el Informe Transforma Talento. En su exposición defendió los cambios necesarios en el sistema educativo español para poder tener una verdadera sociedad del talento.
Así lo expuso el lunes, 10 de junio en la conferencia organizada por Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Institución Futuro, Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), Diario de Navarra y Fundación everis. Javier Troyas, presidente de Institución Futuro, moderó el coloquio posterior, que contó además con el rector de la Universidad de Navarra, Alfonso Sánchez Tabernero. La jornada tuvo como eje el informe “Transforma Talento”, promovido por la Fundación everis, y disponible en http://ow.ly/lXPLV
Bajo el título de “Por un pacto nacional por el talento: Informe Transforma Talento”, Serra explicó, en primer lugar, el proceso de elaboración del estudio, que ha contado con más de 200 personas involucradas, nacionales y extranjeras, relacionadas con el talento. “El documento sólo refleja aquellas áreas a las que se han referido al menos dos terceras partes de los entrevistados”, razón por la que no se tratan ni la cooficialidad de las lenguas y la religión o educación para la ciudadanía. El documento presenta el mapa de oportunidades del talento en España, que abarca la educación obligatoria y no obligatoria, y la posterior puesta en práctica de los talentos en el mundo laboral. Sin embargo, las recomendaciones que realiza se refieren únicamente al aspecto educativo.
El ponente destacó el actual momento de globalización como uno de los ejes en los que se mueve el mundo. El otro, la revolución tecnológica. A este respecto incidió en que así como hace miles de años el factor estratégico era la tierra, y a principios del S. XIX, con la revolución industrial, el principal factor de producción era el capital, ahora las cosas han cambiado. “Empresas como Microsoft, Apple, etc. no se han basado ni en tierra ni en capital, sino en talento”.
¿Pero cómo definir el talento? “Es la capacidad de hacer bien una cosa. Todo el mundo tiene algún talento, por lo que es falso el que hay gente que tiene talento y gente que no”. Otra cosa es que no se permita desarrollar y realizar ese talento. En este sentido, el ponente destacó que el estudio llega a la conclusión de que sólo la formación de postgrado amplia el talento, “pero el resto son reductores”. Así pues, reclamó grandes cambios en el sistema educativo.
Algunas de las áreas clave a este respecto son tender a un sistema educativo que identifique la materia prima del alumno que ingresa en el sistema educativo, “cosa que ahora no se da, porque se da café para todos”. Además, sería conveniente que los centros pudieran ser más independientes y autónomos para poder detectar esto. Existen competencias transversales que no se enseñan, como por ejemplo hablar en público, trabajar en equipo, ejercer el liderazgo… Realizando un símil, Serra defendió que “si las raíces del árbol son los valores, y el tronco las actitudes, las hojas son esas competencias transversales”. Y hay una en concreto que se debería desarrollar mucho más: “En España hablamos la segunda lengua más importante del mundo, pero esa riqueza no la estamos explotando lo suficiente”.
Por último, Eduardo Serra lanzó un mensaje a los políticos: “pónganse de acuerdo en el sistema educativo”. Puede que sin consenso se pueda crear una ley estupenda, “pero si no es fruto de un pacto, la ley tiene fecha de caducidad”. En concreto, preguntado por la nueva ley de educación o “Ley Wert”, el ponente afirmó que “es una buena ley. Va a fomentar el mérito, la exigencia… conceptos que ahora están en el desván”. Sin embargo, se lamentó de que no vaya a haber consenso a la hora de aprobarla. La disensión viene, fundamentalmente, por dos asuntos: “la cooficialidad de las lenguas y la religión o educación para la ciudadanía, que son problemas álgidos en la España de hoy”. Serra destacó que habría que hacer una “ley de mínimos pactada” que fuera estable a lo largo del tiempo, con independencia del partido político en el Gobierno. Además, hizo un llamamiento a la sociedad civil, para que pase de ser una sociedad “cortesana” a una sociedad “ciudadana” que mira al poder con respeto, pero que también saber tomar su papel.