Diario de Navarra, 15 de octubre de 2006
Una encuesta revela que el 95% de los navarros se considera feliz
Atenor de la encuesta que mide la evolución de los valores sociales en la Comunidad Foral entre los años 1990 y 1999 y que ha presentado esta semana la Institución Futuro, los navarros nos declaramos felices. En concreto, el 95% de los encuestados responde eligiendo las opciones muy o bastante feliz, muy por encima de la media española (86%).

El dato pertenece al estudio elaborado por un equipo de sociólogos encuadrado en el grupo «Cambios Sociales» de la UPNA en base a los datos obtenidos por Javier Elzo, catedrático de sociología de la Universidad de Deusto, dentro del programa de encuestas del European Value System.
¿Tan felices somos? ¿Cómo nos ven los expertos? Es posible que los navarros respondan al estereotipo de gente seria de clima triste pero, aunque el humor y el azul del cielo contribuyan a la felicidad, como afirmaba José María Cagigal, pionero de la sociología del ocio y del deporte, los navarros también somos «fiesteros y jugamos al mus», lo cual ayuda en cosa de buen humor y de comunicación afectiva en una comunidad que, a su juicio, ya al inicio de los años ochenta, reunía lo mejor de dos estilos de vida: el latino-mediterráneo y el europeo. Porque en Europa «el bienestar también se mide por cuánto pasea la gente y por la vida en las plazas y parques» reflexionaba Cagigal resaltando a los navarros como los mayores paseantes de España.

«Somos felices porque valoramos la familia, el ocio, los amigos… Los bienes son vacíos y las personas enriquecen», afirma el pamplonés Jesús Ilundáin, profesor de filosofía en Portland (Oregon), preparando el guión de un curso sobre la felicidad. Desconfiado de las encuestas que ponen números a fenómenos subjetivos como la felicidad, afirma Ilundáin que «cuanto más buscamos la felicidad a través del dinero o de los bienes, menos felices somos». «Cuanto más valoramos aquellas personas por sí mismas más felices seremos precisamente porque no buscamos nuestra felicidad directamente, buscamos a la persona». Sea como fuere el termómetro de la felicidad en Navarra señala nueve puntos porcentuales más que a la media estatal. (Ese 95% se desglosa en un 25% que se declara muy feliz y el 70% bastante feliz). El porcentaje contrasta con el 5% de los navarros que se confiesan «poco y nada felices».

El necesario bienestar

Desde filósofos a sociólogos consultados coinciden en que parte ese estado de felicidad que declaran los navarros se debe al alto índice de bienestar socioeconómico y a la importancia que conceden a la familia y a los amigos considerando que la soledad no deseada es un factor de infelicidad. Por algo, en la jerarquía de valores más importantes, el primero, tanto en la Comunidad Foral como en España, es la familia (99%). Pero a diferencia que en España, los amigos y conocidos aparecen en el segundo lugar (95% en Navarra y 86% en España) en la lista de valores. Como señala el Dr. Manuel Martín, jefe de psiquiatría de la Clínica Padre Menni, aunque uno no expone su infelicidad a un extraño, es razonable pensar que «el nivel alto de bienestar es un componente de la felicidad y en Navarra los aspectos materiales están cubiertos. Existe casi pleno empleo y el sistema de protección social garantiza a los mayores la tranquilidad de que no se van a quedar en la calle. Y eso es importante».

Javier Elzo, catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, recuerda que los navarros estaban más contentos en el año 2000 que diez años antes. La población navarra presenta un nivel de bienestar superior al de la española, advierte, pero es la generación de menos de 44 años la que ha hecho que entren nuevos valores y se diluyan otros.

Los afectos familia-cuadrilla

El sociólogo pamplonés Carlos Zufía, director de Cies, subraya que «la felicidad tiene que ver con tres factores principales: un entorno habitable, unas condiciones materiales dignas o suficientes y una sociedad integrada. Y Navarra tiene unas condiciones que favorecen el que pueda haber una mayoría de la sociedad «bastante feliz». «El entorno habitable se consigue por el tamaño adecuado de las ciudades y la cercanía de la naturaleza. La mayoría de la población se siente integrada, con una fuerte implantación de vínculos familiares y de amistad que hacen más difícil la percepción de la soledad» indica Zufía al tiempo que advierte del peligro de la existencia de colectivos favorecidos o no integrados de la autocomplacencia y de «una actitud pasiva ante el futuro que ningún pueblo se lo puede permitir».

Para el profesor de filosofía Jaime Nubiola, vicerector de la UN, «a Aristóteles le hubiera gustado la encuesta porque parte esencial de la felicidad es estar con los amigos. Lo que duele es la soledad». Resalta que el estudio detecte que «los amigos son más importas aquí que en el resto de España». Nubiola, igual que Javier Urra, psicólogo de la Fiscalía del Menor en Madrid, destaca la fuerte proyección social en Navarra de la cuadrilla a diferencia de España. Nubiola recuerda que el visitante se sorprende a su llegada a Pamplona «porque no ve mendigos y si los ve los observa bien vestidos» precisando que «si el ciudadano ve en su entorno que la gente lo pasa mal no puede ser feliz».

La red social de amigos y la comunicación resultan imprescindibles para un ánimo feliz. «No somos comunicativos en público, pero somos de conversar en grupo pequeño. Nos ayuda el apoyo de la amistad que en Navarra es la cuadrilla» advierte Javier Urra. «Una institución interclasista, que nos viene heredada de los abuelos y que se mantiene en Navarra, y las hay de chicos por un lado y de chicas por otro. Además en Navarra se canta», afirma.

La felicidad, con notable alto

¿Cómo es posible medir algo tan subjetivo como la felicidad o el bienestar? La medición de este estado emocional la resuelve la encuesta con las mismas preguntas que la mayor parte de los Eurobarómetros realizados en los últimos años, preguntando por el nivel de felicidad y por la satisfacción con la propia vida. No se pregunta de qué nos quejamos. Al encuestado no le plantean disquisiciones filosóficas sobre la felicidad.

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