Actualidad Económica, 22 de mayo de 2009
Ana Lorenzo y Alex O. Hansen, miembros del think tank Institución Futuro
El gobierno español está luchando para ganar un puesto propio en la mesa del G20. Sin embargo, según una publicación reciente del think tank británico Adam Smith Institute, el esfuerzo no merece la pena.

Política internacional: ¿Para qué sirve el G20?

El gobierno español está luchando para ganar un puesto propio en la mesa del G20. Sin embargo, según una publicación reciente del think tank británico Adam Smith Institute, el esfuerzo no merece la pena. La cumbre celebrada en Londres el pasado mes de marzo decepcionó por su retahíla de promesas sin compromisos. El estudio ha analizado la declaración final y concluye que se barajan cifras poco fiables y que los acuerdos resultan ambiguos porque parecen al servicio de los mercados financieros nacionales de cada país, en lugar de buscar una mayor fortaleza del mercado global. La investigación realizada sugiere también que la causa de que su actuación no haya sido suficientemente contundente se debe a las limitaciones y  problemas que los que los líderes del G20 encuentran en sus propias casas. Como sucede ante cualquier crisis, desaparece el altruismo y cada uno vela por sus intereses. El resultado es que hasta el momento parece que el G20 sólo está sirviendo para poner a sus miembros en evidencia.

 Adiós al CO2: hola al I+D

¿Es factible reducir la emisión de CO2 en un 90% antes de 2050, tal y como marca la ONU? ¿Sería posible sustituir la contaminante energía actual por una renovable y sostenible? Según un estudio realizado por el think tank danés Mandag Morgen, la respuesta es afirmativa. Los ajustes principales incluirían una apuesta total por fuentes energéticas sostenibles y cambiar los coches de gasolina o diesel por vehículos eléctricos. La columna vertebral del plan se basa en la energía eólica para generar electricidad y en la biomasa para sustituir al carbón. El trabajo, que ha analizado las actuales circunstancias, señala unos ahorros significativos en un plazo de sólo cinco años gracias a una reducción en la adquisición de carbón y petróleo. Los ahorros podrían triplicarse para 2050. En cualquier caso, los autores subrayan que para hacer realidad este plan se requiere la implementación de iniciativas específicas como la ampliación de parques eólicos en alta mar, y recuerdan que será necesario una significativa inversión en I+D. 

Libertad fiscal y tamaño del sector público: no hay relación con la libertad económica

A principios de año,  el think tank Heritage Foundation publicó el informe sobre el índice de libertad económica. El investigador del Instituto Vasco de Competitividad, Juan José Gibaja, revela que el análisis de componentes principales lleva a una conclusión curiosa: la libertad fiscal y el tamaño del sector público no están relacionados con el grado de libertad económica, financiera, laboral, derechos sobre la propiedad privada ni el grado de corrupción. Es lo que se deduce de la posición de las variables en el gráfico del informe. El primer componente principal es un índice de la libertad económica, excepción hecha de la libertad fiscal. Los países con coordenadas positivas y elevadas en este primer componente disfrutan, en general, de un amplio grado de libertad económica; justo lo contrario es lo que ocurre con los países que presentan coordenadas negativas en este primer eje. En lo que se refiere al segundo componente principal se trata de un indicador de la libertad fiscal y del tamaño del sector público. Los países con coordenadas positivas tienen una elevada libertad fiscal y un reducido sector público, a diferencia de los países con coordenadas negativas, que presentan escasa libertad fiscal y un sector público muy amplio. 

 

 

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