Nueva Gestión, 11 de febrero de 2008
Artículo de Ana Yerro. Institución Futuro.
El mes pasado se aprobaron los Presupuestos Generales de Navarra para el año 2008. Con un gasto total de 4.286,6 millones de euros, los PGN suponen un incremento del 10 por ciento respecto al año anterior. Cada ciudadano aportará, mediante impuestos, en torno a 6.000 euros y, como contrapartida, el Gobierno gastará en cada navarro una media de 7.084 euros. Tal y como analizaba un reciente informe del think tank Institución Futuro, el aumento de los gastos del PGN casi duplica el crecimiento nominal previsto para la economía de Navarra, con lo que se reafirma la tendencia de los últimos años de aumento del peso del sector público en nuestra economía.
Ahora bien, ¿resulta este aumento positivo para los ciudadanos? Mientras algunos expertos creen que a mayor gasto público, más beneficios para la población, otros economistas liberales opinan que sólo reduciendo costes se obtiene lo mejor para los ciudadanos.
Existen varios estudios sobre esta materia. Uno destacado es Living with Leviathan. Public Spending,Taxes and Economic Performance, del think tank británico Institute of Economic Affairs (IEA). David Smith, autor del informe, defiende la idea de que resulta positivo reducir el gasto público, limitar el tamaño del gobierno y recortar las funciones del mismo. El informe estudia el caso británico: “Si el gobierno británico tuviera el mismo nivel de eficiencia que muchos países de la OCDE, podría prestar los mismos servicios por entre 40 y 80 billones de libras menos de lo que en la actualidad cuesta”. Así, la correlación entre el nivel de gasto y el tamaño del gobierno significa que es improbable que se consiga un alto nivel de eficiencia a menos que la escala del gobierno se reduzca.
Pero ¿existe realmente un tamaño ideal del sector público? David B. Smith, autor del informe, considera que sí, y que se encuentra por debajo del 30-35 por ciento del PIB. Con esos niveles de gasto, el gobierno podría proveer con servicios de defensa, policía y un sistema de prestaciones sociales básico. Aunque, claro está, no es posible recortar gastos sin reducir el tamaño del Gobierno.
Sobre el Reino Unido, David Smith afirma que el gasto público óptimo se encuentra entre 17 y 30 por ciento por debajo del nivel actual. Si el gasto se hubiera mantenido a un nivel más moderado a partir de los años 60, ahora el PIB sería mucho más alto, aproximadamente un 95 por ciento más elevado que en la actualidad. “Todos los sectores de la sociedad, incluidos los muy pobres, se habrían beneficiado, debido en gran medida a la economía mucho más dinámica que se hubiera creado”. De hecho, en los últimos 90 años la proporción del gasto de los diferentes gobiernos británicos ha aumentado del 10 al 50 por ciento. “Esta tendencia se ha seguido en la mayoría de los países desarrollados, aunque los niveles de gasto público son mucho mayores en la Unión Europea que en Estados Unidos, Australia, Japón o Suiza”.
El IEA no es el único think tank que ha estudiado el gasto público de los países. El Centre for Policy Studies publicó recientemente un trabajo titulado “Menos es más. Cómo funcionan los países con un modelo de Estado pequeño”. Mediante el análisis de resultados en 20 áreas distintas de 10 países miembros de la OCDE a lo largo de las dos últimas décadas, agrupaba a los países en “modelo de Estado pequeño” y países con “modelo de Estado grande”.
Sus conclusiones eran claras: los modelos de Estado pequeño han logrado mejorar el rendimiento económico e incrementar el bienestar social mientras que, en términos generales, los países que aumentaron su intervención directa en la economía y en la sociedad obtuvieron perores resultados. En concreto, los modelos de Estado pequeño redujeron sus ingresos impositivos y, al mismo tiempo, obtuvieron, entre otras cosas, mayores tasas de PIB real, incrementaron su gasto en servicios públicos, crearon más puestos de trabajo, atrajeron más inversión extranjera directa, aumento el crecimiento de la productividad del sector privado, etc.
Después de la lectura de estos informes, cabe preguntarse si el aumento del gasto de los PGN08 realmente va a redundar en beneficio de los ciudadanos. En último término, seremos los navarros quienes tengamos que valorarlo.
Share This