Expansión, 21 de junio de 2003
Julio Pomés, Director de Institución Futuro
En los últimos siete años la media anual de crecimiento del empleo femenino en España ha sido casi el doble que en los varones, pero persiste una discriminación retributiva severa hacia las mujeres.
En los últimos siete años la media anual de crecimiento del empleo femenino en España ha sido casi el doble que en los varones, pero persiste una discriminación retributiva severa hacia las mujeres. Por el contrario en Estados Unidos la diferencia de sueldo entre hombres y mujeres se ha reducido sensiblemente.

Varios estudios recientes apuntan que las mujeres están ganando puestos en el mercado laboral americano, tanto en status como en salarios. Una encuesta bianual de mujeres empresarias realizada por Catalyst -organización de Nueva York que realiza estudios sobre trabajo y familia- refleja que, en el año 2002, el 15,7% de los empleados de las 500 mayores empresas americanas seleccionadas en la publicación Fortune eran mujeres, un 12,5% más que en el 2000.

Datos publicados por el Instituto de Estadísticas Laborales y recogidos por el Economic Policy Institute –think tank de Washington D.C.– revelan que, en 2002, la diferencia de sueldo entre hombres y mujeres era la más pequeña de las registradas desde que se tienen referencias.

El año pasado, el sueldo de las trabajadoras de jornada completa representaba el 77,5% del sueldo de los trabajadores con el mismo puesto; en 1979 representaba el 62,5%. Considerando que en Australia y Dinamarca las mujeres ganan el 90>% de lo que ganan los hombres, puede parecer que el incremento de EEUU sea muy pequeño, pero no hay que olvidar que este acercamiento se ha producido en un periodo de recesión económica. Históricamente, las mujeres pierden terreno en épocas de recesión.

Avances

En España se han logrado avances muy positivos. Según un estudio de la OIT, en los últimos siete años la media anual de crecimiento del empleo femenino ha sido del 6,2%, casi el doble que en los varones. Pero a pesar de esta mayor presencia femenina en el mercado laboral, persisten brechas salariales y las mujeres tienen ocupaciones peor remuneradas y con menores condiciones de seguridad.

Las trabajadoras españolas ganan entre un 27 y un 28% menos que los hombres por realizar la misma actividad, mientras que en la UE este porcentaje se reduce al 15%. De este estudio también se desprende que un tercio de las diferencias salariales entre hombres y mujeres obedecen a discriminaciones por razón de género, una circunstancia que también se observa en el trabajo a tiempo parcial, donde es más usual la presencia de la mujer que la del hombre.

Los progresos realizados en la lucha contra la discriminación, según la OIT, no han sido uniformes, incluso en las formas reconocidas desde hace mucho tiempo como discriminación contra la mujer. Así, aunque actualmente el número de mujeres que perciben un salario es mayor que el de hace 50 años, este colectivo se ve relegado a empleos más precarios.

Últimamente, la realidad americana refleja que cada vez más mujeres se están incorporando a las empresas y que muchas de ellas ostentan cargos en los Consejos de éstas. Son varias las circunstancias que han favorecido esta situación.

Una, que son más las mujeres con una formación apropiada, incluso superior a la de los hombres, y una experiencia profesional avalada. También ha influido que el empleo femenino tiene un gran peso en sectores poco sensibles al ciclo económico, como salud o textil. Estas conquistas de la mujer en el mercado laboral americano se pueden mantener incluso pueden aumentar, pero no es porque las empresas yanquis hayan cambiado de mentalidad respecto a las mujeres, sino por la situación del mercado: la escasez laboral demanda un trato más justo.

De acuerdo al carácter anticipador de EEUU, estas tendencias tendrán su reflejo inmediato en el mercado laboral español.

Esperemos que esa mayor valoración del trabajo de la mujer sea causado por una mejor cultura empresarial y una actitud más inteligente hacia las mujeres, y no por una necesidad mercantil.

Institución Futuro
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