La última publicación de Institución Futuro, Los valores de la sociedad navarra en el umbral del Siglo XXI, ofrece un retrato del estado de los valores en Navarra e incorpora una perspectiva comparativa -con la sociedad española- y otra evolutiva -de los cambios durante la última década del siglo XX.

El estudio, primera monografía realizada sobre los valores de la sociedad navarra, ha sido llevado a cabo por un equipo de investigadores del Grupo “Cambios Sociales” de la Universidad Pública de Navarra dirigido por Vidal Díaz de Rada.

El martes 10 de octubre de 2006 se presentó esta publicación. Para ello, se contó con la presencia de Vidal Díaz de Rada, director de la investigación y Catedrático de la Universidad Pública de Navarra, Javier Elzo, Catedrático de sociología de la Universidad de Deusto e Ignacio Sánchez de Yncera, Profesor Titular de la Universidad Pública de Navarra.

El acto tuvo lugar a las 19,30 horas en la sede de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN). La razón de ser de esta investigación es la frecuente discusión pública sobre los cambios de valores y la amenaza de que algunos que se creían fundamentales puedan llegar a perderse. Concepciones y criterios que se han considerado inmutables y fuera de toda duda ahora se cuestionan. Cuando la estabilidad institucionalizada, que preservó incluso secularmente valores muy consagrados y dados por supuestos, se elimina, parece oportuno examinar y discutir los valores de la sociedad. Aunque los valores predominantes en Navarra son grosso modo similares a los valores de otros contextos, un análisis detallado subraya las diferencias significativas con el resto de la sociedad española. Así, los navarros otorgan más importancia a los amigos y a la religión que el resto de la sociedad española.

Otros aspectos significativos son las altas puntuaciones concedidas en Navarra a la autoimplicación para defender el medio ambiente y el gran valor otorgado a la libertad (frente al orden social y la igualdad) y a la defensa de la libertad de expresión. Los navarros se consideran más felices que los españoles, están más satisfechos con su existencia, consideran que tienen más control sobre su vida y ostentan un mayor nivel de confianza social.

Presentan también una actitud más favorable hacia la admisión de inmigrantes. Sus valores familiares son muy parecidos a los del resto de españoles, excepto en el apartado sobre los papeles cambiantes del hombre y la mujer, donde los navarros muestran posturas más conservadoras.

La religión juega en Navarra un papel muy importante, que se concreta en un mayor nivel de creencias, una mayor práctica religiosa y más confianza en la Iglesia. La política es más valorada en la Comunidad Foral que en el resto del país y la escala ideológica desvela que los navarros presentan una ideología más a la derecha que la de los españoles.

El trabajo posee más importancia para los ciudadanos del resto de España que para los navarros. En la Comunidad Foral priman más ideas como que la gente que no trabaja se vuelve perezosa o que el trabajo es un deber que se tiene para la sociedad y se le otorga menos importancia al hecho de que se ha de trabajar para desarrollar capacidades. Los aspectos más importantes en un trabajo son valorados casi por igual en ambas realidades, si bien en Navarra se concede menos valor a la seguridad en el empleo y más a las vacaciones y al hecho de que el trabajo sea interesante. Por último, los niveles de satisfacción con el trabajo son menores en Navarra que en el conjunto de la sociedad española.

Evolución en el tiempo

El análisis evolutivo de los resultados desde 1990 hasta la actualidad desvela una estabilidad en la mayor parte de los aspectos. Sin embargo, pueden apreciarse algunos ligeros aumentos en la autoimplicación navarra para la defensa del medio ambiente, la defensa de la libertad frente a la igualdad, el mantenimiento del orden y la protección de la libertad de expresión. También se han incrementado la felicidad, la satisfacción con la vida, la libertad de elección y el nivel de confianza social. Dentro de los valores familiares, han aumentado la importancia concedida al matrimonio y el papel de la mujer fuera del hogar. Tanto el nivel de religiosidad como el de ateismo han crecido, así como el interés de la población navarra en la política, que ha sufrido una derechización.

Se ha producido un incremento en la consideración de pertenencia a “Navarra y España” en comparación con años anteriores. En lo referente a los valores relacionados con el trabajo, un buen horario y que el trabajo sea interesante son las dos características a las que se les concede una mayor prioridad. Otro aspecto reseñable es el aumento de la creencia de que “hay que seguir siempre las instrucciones de los superiores en el trabajo” y la creciente satisfacción de los navarros con su trabajo experimentada en 1999.

Institución Futuro
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