Diario de Navarra, 27 de mayo de 2009
Cristina Berechet – Investigadora Principal del Think Tank Institución Futuro y el Centro para la Competitividad de Navarra.
Los navarros presumimos de tener un régimen tributario foral distinto y más favorable que el régimen común, pero muchas veces los contribuyentes no nos damos cuenta de que el régimen foral no siempre nos favorece.

Estamos en plena campaña de la renta y, como todos sabemos, es ahora cuando los contribuyentes nos podemos beneficiar de las deducciones por inversión en la adquisición de vivienda habitual que hemos realizado a lo largo del año pasado. No obstante, en la Comunidad foral existe un límite global de la base de deducción de 90.150 euros en el caso de tributación individual y de 210.350 euros en declaraciones en régimen de tributación conjunta, límites visiblemente alejados de lo que cuesta hoy en día una propiedad. Sin embargo, el régimen común no prevé ningún límite de este tipo, lo que deja un mayor margen de maniobra tanto al contribuyente, para deducir, como al legislador, por no tener que estar adaptando continuamente los límites a la evolución del mercado inmobiliario, sea a la alza, como debería haber sido el caso a lo largo del boom inmobiliario, o a la baja.

Otra reducción a la que Navarra también practica límites, esta vez inferiores a los límites establecidos en territorio común, es en las aportaciones al sistema de previsión social (planes de pensiones).

Tampoco se nos deben olvidar los famosos 400 euros de la campaña electoral de Zapatero. Llevamos más de un año hablando de la deducción de los 400 euros, pero es a partir de la declaración de la renta que estamos realizando en estas fechas cuando los navarros nos beneficiaremos de esta deducción. A nivel estatal, la deducción de los 400 euros se aplica sobre la cuota líquida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y, por tanto, beneficia a todos los contribuyentes que obtengan rendimientos del trabajo (incluidos los pensionistas) y de actividades económicas (los autónomos).

Bien es cierto que para beneficiarse del total de la deducción es necesario tener suficiente cuota íntegra (superior a los 400 euros). Consecuentemente, es preciso soportar alguna retención a cuenta; quienes están exentos de declarar el IRPF sólo se beneficiarán si realizan la declaración de la renta. Además, los que tengan una cuota íntegra inferior a los 400 euros, o una retención muy baja, sólo cobrarán parte y como máximo el total del dinero pagado en concepto de IRPF.

En la Comunidad foral, al final se ha optado por una deducción progresiva de 0 a 440 euros en vez de una fija de 400. Por otro lado, los 400 euros tampoco son un impuesto negativo, sino que se suman a las deducciones por trabajo aplicadas en la cuota integra. Su inclusión en este apartado hace que los autónomos navarros, uno de los grupos de contribuyentes más vulnerables en estos momentos, no se puedan beneficiar de esta reducción. Una vez más, los emprendedores, los que podrían poner los primeros ladrillos hacia la salida de la actual crisis económica, se ven desfavorecidos con respecto a otros contribuyentes y también con respecto a otros emprendedores del resto del estado. No hace falta recordar que probablemente serán los autónomos los que más sufran las consecuencias de la crisis económica, ya que es un colectivo sin derecho, entre otras muchas cosas, a la prestación por desempleo.

De todo lo expuesto cabe concluir que el privilegio fiscal de Navarra en algunos casos podría resultar ser un mito, y si alguno de los lectores está pensando en el tipo de gravamen aplicado en Navarra sobre la base especial del ahorro, del 15% frente al 18% aplicable en territorio común, para 2009 hay malas noticias: por razones recaudatorias, el tipo ha sido elevado en Navarra también al 18%.

Poco a poco los navarros vemos reducidas nuestra ventajas fiscales frente al régimen común, incluso vemos cómo en varias ocasiones nuestra posición ante las obligaciones tributarias es menos favorable que en el resto de España. No obstante, tanto si somos navarros como de "régimen común", como decía Benjamin Franklin, "en la vida hay dos cosas ineludibles: la muerte y los impuestos".

 

Institución Futuro
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