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Luis Landa, articulista y escritor.

Las elecciones han finalizado y ahora toca que los políticos vayan haciendo realidad aquello que han prometido. Mucho nos tememos que algunas de las promesas se van a convertir en papel mojado y después dirán que necesitan otros cuatro años para rematar su programa.

Algunos de los partidos han hablado de disminuir el número de parlamentarios, pero el resto se ha callado y ni siquiera han comentado el hecho. Esto quiere decir que ninguno se plantea llevarlo al Parlamento para que se debata, porque hay intereses creados en bien de su formación y en perjuicio de Navarra.

En abril de 1979 se celebraron las primeras elecciones democráticas en Navarra, donde se constituyó un Parlamento integrado por 70 miembros, elegidos a través de las cinco merindades. Su principal objetivo fue aprobar las bases para el Amejoramiento. La ley establece que el Poder Legislativo cuente entre 40 y 60 parlamentarios. El Amejoramiento entró en vigor en 1982 y en la 1ª legislatura (1983-87) se inició la composición del Parlamento con 50 parlamentarios, que se ha mantenido hasta nuestros días.

Navarra, por tanto, tiene medio centenar de parlamentarios para 664.000 personas; Cantabria, 35 con un poco menos de habitantes; Castilla-La Mancha posee 33 con dos millones; Asturias, 45 con un millón, y Murcia 45 con millón y medio. Los datos no pueden ser más elocuentes: excesivo número En el año 2007, Rafael Gurrea llevó a cabo la reforma del Reglamento del Parlamento para la profesionalización o exclusividad del trabajo. Se ha convertido en uno de los más caros de toda España. En el curso pasado 2023, había 46 representantes con dedicación plena, 1 sin ella y 3 a dietas.

En este momento, los parlamentarios de dedicación absoluta cobran 57.408 euros, un 9,4% más en relación a 2019, y los de dedicación parcial, 43.000 euros. Si miramos los gráficos de Institución Futuro, la media de asistencia de los parlamentarios ha sido de 595 en estos cuatro años, con un coste medio de asistencia por parlamentario de 406 euros. Si miramos la media de reuniones por parlamentario da una cifra de 316 veces en un cuatrienio.

Para edulcorar los gastos, los componentes del hemiciclo han inventado una serie de partidas en beneficio de los partidos. ¿División sibilina?: subvención fija para cada grupo al mes, subvención fija por parlamentario al mes, subvención fija al mes por cada cinco parlamentario o fracción.

Así que en 2022, la Cámara repartió casi tres millones de euros a las distintas formaciones por gastos de funcionamiento, de organización, de personal y de actividad; además el 95% de la subvención que el Parlamento dio a los grupos se marchó a los partidos. El presupuesto para el año 2023 ha sido de casi 16 millones de euros, de los cuales tres cuartas partes pertenece a personal.

Las conclusiones a las que llega Institución Futuro son alarmantes: a) No existe suficiente trabajo para llenar la jornada de todos los parlamentarios, con un coste excesivo de la mayoría de los miembros de más de 57 mil euros. b) Reducir de 50 a 40 parlamentarios, sin que se resienta la calidad parlamentaria y con un importante ahorro económico, sin modificar la Lorafna. c) Esta reducción se podrían realizar de dos formas: una, dejar dedicación exclusiva a los presidentes del Parlamento y Gobierno, miembros de la Mesa y Junta de portavoces; el resto de parlamentarios trabajarían en sus puestos y cobrarían dietas por cada pleno, comisiones…

Comenzamos una nueva legislatura y la posibilidad de reducir el número de parlamentarios quedará en el olvido. ¿Cómo van a aceptar los grupos políticos disminuir los escaños, donde se refugian muchos históricos que no han trabajado nunca fuera de la política, menguar sus ingresos y tener dificultades para mantener la sede con un montón de personal?

En el año 2015, ya se decía que el 40% de las actuaciones y contenidos que se abordaban en el hemiciclo estaban alejados de la preocupación que tenemos los navarros. Desde el 2009 al 2023 los gastos se han aumentado un 50%.

Los navarros queremos más efectividad, reducción de gastos y menos personal. Haciendo una media nacional, a Navarra le correspondería por sus habitantes una treintena de parlamentarios. En estos cuatro años próximos hay tiempo para reducir el Parlamento y dejar un pequeño grupo en exclusividad y el resto que asistan por medio de dietas.

Ya lo decía el escritor pucelano, Miguel Delibes, que la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.

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