Un año más se acaba de publicar el Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2016, que brinda una radiografía del ecosistema emprendedor español de ese año. Veamos algunos de sus resultados.
En primer lugar, destaca que la TEA española -que mide las iniciativas emprendedoras con menos de 3,5 años de vida en el mercado-, ha bajado medio punto porcentual con respecto al año anterior (del 5,7% al 5,2%), cuando antes del 2007 alcazaba el 7,6%. Sin lugar a dudas, un dato negativo que demuestra que aún queda mucho camino por recorrer a este respecto. Así, España sigue estando en el vagón de cola en lo que a emprendimiento se refiere cuando nos comparamos con los países más desarrollados.
El GEM España 2016 no ofrece el dato exacto del TEA por CCAA -se publicará en los próximos meses en los informes regionales- aunque viendo los resultados graficados se comprueba cómo Cataluña, Baleares y Madrid son las regiones líderes a este respecto. Por el contrario, Navarra sigue estando por debajo de la media nacional (y eso que ésta ha descendido).
A título informativo, incluimos un gráfico con la evolución de la TEA de España y de Navarra. Aunque el indicador de 2016 para Navarra aún no está disponible, sí se sabe que sigue estando por debajo de la media nacional.
Estos datos sorprenden vistas las respuestas de los expertos que han elaborado el GEM cuando se les pregunta sobre las condiciones de cada CCAA para emprender. Navarra se encuentra, según dichos expertos, por encima de la media nacional en varios indicadores e incluso por encima de la media europea en lo que a programas gubernamentales se refiere.
Es decir, que aunque según los expertos se dan las condiciones óptimas para emprender en Navarra, en la práctica esto no sucede con la misma intensidad que en otras CCAA. ¿A qué se deben entonces esas malas cifras de emprendimiento en la Comunidad Foral? ¿Son tan buenas las condiciones en Navarra para emprender como los expertos creen? Y de ser así, ¿por qué las cifras no lo respaldan?
