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Aunque el Gobierno de Navarra trate de presumir con datos como la ocupación, lo cierto es que el fracaso del gobierno de facto pentapartito es absoluto en todo lo que tiene que ver con la lucha contra el paro. Los datos son tumbativos.

Así, por ejemplo, resulta que cuando UPN dejó el poder en 2015 según la EPA había en Navarra 38.400 parados. Según los últimos datos de la EPA, del primer trimestre de 2023, ahora hay en Navarra 39.300 parados. Es decir, tras 8 años de gobiernos de “progreso” y de cambio hay en Navarra 900 parados más que en el segundo trimestre de 2015. Ocho años perdidos. Ocho años sin crear empleo. Ocho años tras los que de hecho tenemos más parados que antes del cambio. Menudo cambio. Esto por no hablar de los buenos tiempos de UPN, cuando a finales de 2007 había en Navarra sólo 13.000 parados y una tasa de paro del 4,27%.

Los datos son todavía peores para Chivite si comparamos el final de esta legislatura con su inicio. En el segundo trimestre de 2019 había en Navarra 24.100 parados, frente a los 39.300 que tenemos ahora. Chivite acaba la legislatura con 15.200 parados más que cuando empezó. Un éxito clamoroso.

Naturalmente cabría objetar que la comparativa, necesariamente, contempla momentos diferentes, que no es lo mismo la Navarra tras el COVID que la Navarra inmediatamente anterior, pero lo cierto es que salvo los años de bonanza y recuperación de los que gozó Barcos también UPN tuvo que hacer frente a la enorme crisis financiera de 2008. No se puede pensar que Chivite ha tenido que gestionar una crisis peor que otras crisis que ha habido que gestionar, más bien al contrario.

Mientras que en la crisis del 2008 se impuso desde la UE la disciplina presupuestaria, con severos recortes que tuvieron que afrontar todos los gobiernos, en la crisis del COVID se ha impuesto un enfoque totalmente opuesto. A Pedro Sánchez se le ha permitido gastar todo lo que quisiera, tener el déficit que quisiera, endeudarse cuanto quisiera, y encima se le han inundado las arcas con decenas de miles de millones de los fondos de ayuda europeos. Ningún gobierno anterior durante ninguna otra crisis tuvo semejante apoyo exterior.

¿Pero y los ocupados? ¿Acaso no tenemos una cifra histórica de ocupados? ¿Incluso superior a la del año 2007? Pues sí, con el pequeño detalle de que en 2007 había en Navarra 602.000 habitantes y ahora hay 664.000. O sea, faltaría más que hubiera más ocupados con casi un 10% más de población. El problema es que no se crea suficiente empleo para absorber sin que aumente el paro ese crecimiento de la población.

El caso es que, ya soplara el viento de frente o de espalda, había siempre una constante en los datos navarros de paro y es que siempre éramos los mejores. El paro podía subir o bajar, pero siempre teníamos la menor tasa de paro de España. Nadie lo hacía mejor que nosotros, ni cuando las cosas iban bien ni cuando las cosas iban mal. Eso ha cambiado completamente durante la última legislatura de Chivite y sus socios.

Ahora hemos pasado a ser sólo la novena comunidad con menos paro de España, que ya no se sabe si decir que somos la novena con menos paro o la novena con más paro. Estamos a punto de caer por debajo de la media de paro española, lo que resultaba impensable hace algunos años. De hecho este dato ilustra perfectamente la decadencia de Navarra durante los últimos años, agravados en la última legislatura pentapartita. Chivite tomó el poder con 6,44 puntos menos de tasa de paro que la media española, y llega a las elecciones con sólo 1,13 puntos menos de tasa de paro que la media española. No puedes alegar que los datos son malos por culpa del COVID o la Guerra de Ucrania porque todos los demás también han pasado por la pandemia o la Guerra de Ucrania. Los resultados de Chivite y sus socios a lo largo de toda esta legislatura sólo pueden ser descritos con una palabra: fracaso. La pregunta para los electores es si quieren más de lo mismo para los próximos 4 años.

Institución Futuro
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