El último boletín informativo publicado por Institución Futuro hace referencia a las preocupantes cifras que, más allá del paro, deja la EPA también en Educación. Efectivamente, la EPA incluye otras variables como el abandono escolar y, oh sorpresa, Navarra sale apreciablemente malparada una vez más.

A primera vista, viendo los resultados estáticos, podría pensarse que la cosa no va tan mal. No estamos en la parte baja de la tabla, en la que la CAV presenta sólo una tasa de abandono escolar del 6,7%, pero tampoco estamos en el 24,2% de Baleares o el 22,6% de Murcia. Simplemente estamos ubicados en plena mediocridad.

La mala noticia es que, si rescatamos de la hemeroteca los datos de 2015, en aquella fecha éramos la segunda comunidad con menos abandono escolar, con un 10,8%. Si simplemente hubiéramos conservado esa cifra, aún seguiríamos siendo la segunda comunidad con menos abandono escolar. En vez de eso, hemos pasado del 10,8% al 14% en una etapa de oscuridad y desolación que algunos llamaron “cuatripartido”. No sólo eso, vemos que en ese período la CAV ha bajado su tasa de abandono escolar y también en general el resto de territorios, salvo Navarra.

La cosa por tanto aún se pone peor cuando observamos cómo, por un lado, la tasa de abandono escolar ha ido bajando en el conjunto de España, mientras a partir de 2015 dejó de hacerlo en Navarra. Y cómo por otra parte, hasta 2015, había unos 10 puntos de diferencia entre la tasa de abandono escolar en Navarra respecto al conjunto de España: esa diferencia es ahora sólo de 3,3 puntos. A todo ello podríamos añadir el desastre de PISA para concluir que Navarra ha dejado de ser un modelo y que no hace falta caer al nivel de Baleares para empezar ya a preocuparnos.

Institución Futuro
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