Nuestros anteriores gráficos de la semana estaban dedicados a la poca transparencia que existe en el Parlamento de Navarra en lo que a los perfiles profesionales de los parlamentarios se refiere, al desigual trabajo de los parlamentarios forales y a la representatividad de la Cámara.
Esta semana buscamos informar a nuestros lectores sobre el coste del Parlamento de Navarra a los ciudadanos. El presupuesto anual de la Cámara comenzó a aumentar a partir de 2016 (primer año de la IX Legislatura): en tres años ha pasado de 12,90 millones de euros en 2016 a 13,70 millones en 2018.

De esos 13,70 millones de euros presupuestados, casi el 54% se corresponde con gastos de personal. Recordemos que estos incluyen no solo los salarios de los parlamentarios y altos cargos, sino los de funcionarios, personal eventual, prestaciones sociales, etc. En total, 7,33 millones de euros.

Desde hace años ocurre algo curioso: el Parlamento no hace uso de todo su presupuesto. En el ejercicio 2016 (último publicado en su web) se comprueba cómo de los 12,90 millones de euros presupuestados, solo se ejecutaron 11,07 millones de euros, es decir, casi 2 millones de diferencia. En breve la Cámara de Comptos publicará su informe de cuentas sobre el Parlamento, y se prevé que el resultado ejecutado en 2017 ronde también los 11 millones de euros. Si este hecho fuera puntual podría entenderse el desajuste, pero dado que se repite a lo largo de los años y que la diferencia se encuentra en todas las partidas, ¿por qué se sigue presupuestando, año tras año, por encima del gasto real?

Otro aspecto relevante es, como ya mencionábamos, el gasto de personal. El dinero invertido en pagar a los altos cargos (retribuciones de presidencia y a los parlamentarios, además de dietas y kilometrajes), incluyendo los pagos a la Seguridad Social, es levemente inferior al coste del resto de personal del Parlamento (ujieres, traductores, administrativos…). ¿Por qué es relevante este dato? Porque aunque a menudo se discute si el número de parlamentarios es elevado (50), el coste de todos ellos es inferior al resto de empleados del Parlamento.

Por último, creemos importante compararnos con el resto de cámaras regionales. El Parlamento de Navarra siguió siendo en 2017 el Parlamento más caro por habitante de todas las CCAA, con más de 21 euros por habitante. Si realizamos el cálculo sobre la previsible ejecución de las cuentas, la Cámara navarra sigue siendo la más cara por habitante de toda España.

Hay quienes opinan que el Parlamento de Navarra no es una institución cara. Y los hay que creen que debería ajustarse su presupuesto al máximo, teniendo en cuenta que es la Cámara más cara por habitante de toda España y que hay margen de reducción sin que se resientan sus funciones. Juzguen ustedes mismos.