Jueves, 21 de mayo de 2009, 19 hs, sede de la CEN

Federico Durán, Catedrático de Derecho del Trabajo, socio de Garrigues Abogados y ex presidente del Consejo Económico y Social, afirmó que la rigidez del marco regulador de las actividades empresariales es la causa de la extrema volatilidad del empleo en España. Añadió que es inadmisible que los políticos y los sindicatos sigan negando que existe un problema específico con el empleo.

Así lo expuso en la conferencia “Reformas laborales para salir de la crisis”, organizada por el think tank Institución Futuro (www.ifuturo.org) el pasado 21 de mayo en Pamplona. Al evento, que formó parte del ciclo de conferencias “Respuestas ante la crisis”, acudieron entre otras autoridades el Consejero de Economía y Hacienda, Álvaro Miranda, y el Consejero de Innovación, Empresa y Empleo, José María Roig. La presentación del ponente corrió a cargo de Javier Troyas y Emilio Huerta, presidente y director respectivamente de Institución Futuro. La charla, celebrada en la Confederación de Empresarios de Navarra, contó con la colaboración de Diario de Navarra, Canal 6, Onda Cero y CEN.

Federico Durán comenzó su intervención aclarando que no cree que las reformas laborales sean la vía para salir de la crisis, “pero sin ellas la salida será más difícil”. Tampoco cree que las reformas jurídicas vayan a resolver nada, ni las actuales medidas del gobierno, como son el aumento del gasto y de la presión fiscal. De hecho, no puede decirse que una política social sea buena porque aporta muchas ayudas a los parados, “lo que ha de hacer es no generar esas tasas de desempleo, sino crear trabajos”. “De seguir como hasta ahora, corremos el riesgo de sufrir una crisis en L, en la que una vez superada la recesión el crecimiento económico se estanque”. Lo que sí funciona, según el ponente, son las políticas de estabilidad macroeconómica, la reducción de la presión fiscal y conseguir una mayor eficiencia de los servicios públicos.

Sobre cómo está afectando la crisis al mercado de trabajo, Federico Durán manifestó que está teniendo un efecto desproporcionado, porque “si bien antes 8 de cada 10 empleos que se creaban en Europa eran en España, ahora 9 de cada 10 que se pierden lo hacen en nuestro país”. Lo que esto demuestra es que la situación económica se está deteriorando a una velocidad catastrófica y que, tal y como prueba la Encuesta de Población Activa, “todas las mejoras que se consiguieron durante 12 años se han anulado en un año”. Por eso resulta inadmisible que ni los políticos ni los sindicatos admitan que existe un problema con el mercado de trabajo.

La volatilidad del empleo fue otro de los temas tratados. Durán destacó que el empleo no está resistiendo los embates de la situación económica debido a que éste sigue siendo el principal factor de ajuste que las empresas poseen para adaptarse a la situación económica, porque en ocasiones “es más fácil despedir que bajar los salarios”. La causa de este hecho se encuentra en la gran rigidez del marco regulador de las actividades empresariales en España, sobre todo en el ámbito laboral. En esta área, el Estatuto de los Trabajadores, fechado en 1980 pero basado en textos muy anteriores, está muy desfasado y autoriza la intervención administrativa y judicial en áreas de la empresa. Además, la negociación colectiva actúa en ocasiones, según el ponente, como una “máquina de destruir empleo” porque es disfuncional con las necesidades económicas y empresariales de la sociedad y a menudo es fuente de externalización de trabajos.

Respecto a la tan comentada flexibilización del despido, el ponente recalcó que el sistema actual es perverso social y empresarialmente porque, ahora, cuando las entidades necesitan reducir plantilla tienen que emplear dinero para destruir empleo, en vez de invertirlo en crear puestos de trabajo. El objetivo en el que todas las entidades están de acuerdo es que “hay que contratar más y despedir menos”, y éste se conseguirá incentivando al empresario para que cree empleo, pero no subvencionándolo. Asimismo, el que se despida a trabajadores es un hecho doloroso pero inevitable porque las empresas ineficientes deben desaparecer.

Preguntado por las razones por las que la sociedad no es más activa a la hora de hacer frente y exigir responsabilidades a los políticos, Federico Durán reconoció que existe un déficit de sociedad civil en España y que en algunas regiones ésta se encuentra instaurada en una vida subsidiaria demasiado cómoda como para querer cambiar.

 

 

Para más información, contactar con Ana Yerro, responsable de comunicación de Institución Futuro T. 948337900 comunicacion@ifuturo.org

Institución Futuro
Share This