Tras resistir el impacto de la covid, el sector inmobiliario afronta grandes desafíos de futuro como la colaboración con la Administración para impulsar proyectos y facilitar el acceso a la vivienda. Las secuelas que hoy por hoy la pandemia ha dejado en este ámbito son moderadas, tanto en operaciones como en precios, pero los retos que el sector de la vivienda tiene por delante marcarán su devenir futuro. Desde el desarrollo del modelo built to rent para potenciar el mercado del alquiler, hasta la colaboración entre el ámbito público y privado para facilitar el acceso a la vivienda.
Todos estos desafíos se abordaron recientemente en el encuentro digital ‘Claves de la vivienda en España’ organizado por Institución Futuro y el Círculo de Navarra con la colaboración de DN Management y que contó con la participación de la empresaria navarra Concha Osácar, socia fundadora y miembro del Consejo de Administración de Azora. Osácar realizó un exhaustivo repaso sobre la situación de la vivienda en España, que ha pasado de construir casi 5 millones de viviendas entre 2000 y 2009 a 752.000 en el último decenio, y de los precios, tanto en compra como alquiler y que se encuentran, dijo, “estabilizados” tras la reducción vivida tras la crisis de 2008.
La empresaria, que llegó a reconocer haberse sentido como “una misionera” tratando de impulsar el mercado de la vivienda de alquiler “cuando no era lo que se llevaba en un país de propietarios”, hizo hincapié durante su intervención en la necesidad de desarrollar un parque de vivienda en alquiler asequible y social para hacer frente a los cambios socioeconómicos que ya se están produciendo: jóvenes que cada vez ahorran menos y disfrutan más con el uso que con la propiedad, una movilidad geográfica que se ha acrecentado tras la crisis de 2008 y unidades familiares que cada vez son más pequeñas, con un aumento de los hogares unipersonales y monoparentales. En concreto, aseguró que para alcanzar la media europea España necesitaría 2,5 millones de viviendas en alquiler y, fundamentalmente de precio asequible, lo que requeriría de una inversión aproximada de 300.000 millones que, advirtió, no es posible cubrir únicamente desde el sector público que sí debe movilizar suelo dotacional para lograr ese objetivo.
Según los datos que aportó durante su charla, el parque de viviendas en régimen de alquiler se sitúa en la actualidad en España en el 24,3%, todavía muy por debajo del 34,2% de la media europea y mientras que en nuestro país sólo el 2% de la vivienda en alquiler es pública, en la media de la UE llega al 15%. “La dotación de los Presupuestos Generales del Estado destinada a vivienda fue en 2019 de 650 millones y supuso un 0,05% del PIB, mientras que en la UE el porcentaje fue del 1,93% y en países como el Reino Unido casi alcanzó el 4,5%”, aseguró la fundadora de Azora para poner de relieve que “con esa dotación presupuestaria es difícil resolver esta problemática”.
Termómetro económico
“Las ciudades que quieran desarrollar proyectos económicos deben tener una oferta de vivienda amplia de alquiler”. Puso como ejemplo, el contraste entre la oferta de alquiler que ofrecen ciudades como Barcelona y Madrid, con 103 y 77 viviendas ofertadas por cada 10.000 habitantes, según el portal Idealista, con las 37 de Bilbao o las 10 de Pamplona. En todo caso, la empresaria valoró que en la capital navarra el mercado del alquiler ha funcionado “estupendamente” vinculado fundamentalmente a la actividad de las universidades. “Los estudiantes han sido unos inquilinos importantísimos de las viviendas de Navarra y si se quiere tener actividad económica tiene que seguir manteniendo ese mercado. Tiene industrias modernas, buenas universidades y lo razonable es que siga funcionando bien”.
En opinión de Osácar, nos encontramos en un momento clave para que los inversores institucionales a largo plazo ayuden a desarrollar este mercado de alquiler “que necesitan los jóvenes y las familias con ingresos limitados”. Entre sus propuestas, incentivar la colaboración público privada para hacer frente a los retos socioeconómicos y demográficos que afrontamos, captar fondos internacionales que permitan financiar la inversión en vivienda para posicionar a España como destino preferente y establecer un marco regulatorio estable y a largo plazo mediante un pacto estatal sectorial con un horizonte de 15 a 20 años que es cuando vamos a tener que desarrollar esas viviendas. “Demonizar a los fondos no es la solución. Debemos juntarnos entre todos y analizar soluciones que ya se han desarrollado en otros países. Si no lo hacemos, no tendremos capacidad económica”.
Los asistentes le preguntaron por cuestiones como la intervención de los precios del alquiler en Cataluña algo que, señaló, “además de ir en contra de los inversores no es la solución en un momento en el que lo que hace falta es “desarrollar e invertir”. No ocultó su preocupación por la posibilidad de que esa norma se termine extrapolando a otras comunidades.
La empresaria navarra asegura que España necesita 2,5 millones de pisos en alquiler.
Fue ponente en un encuentro organizado por Institución Futuro y Círculo de Navarra