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El think tank Institución Futuro presenta el séptimo y último informe de una serie de estudios que comparan los Presupuestos Generales de Navarra del trienio 2016-2018 con el último año de legislatura del anterior gobierno, el de 2015. Esta entrega interpreta qué estrategia política y económica es la que ha subyacido en las cuentas públicas del último trienio.

Institución Futuro defiende que es posible compatibilidad la cobertura y la provisión de los servicios que definen el Estado del Bienestar con las medidas y políticas que dotan a la economía del impulso para crecer. Son objetivos complementarios que han de equilibrar el corto y el largo plazo: para generar recursos que garanticen y mejoren los servicios públicos es fundamental crecer.

En este sentido cabe criticar la acción de política económica del Gobierno de Navarra: el departamento de Desarrollo Económico del Gobierno de Navarra experimentó un recorte del 25% en 2016 del que no se ha recuperado en los presupuestos de 2018. Un grave error, puesto que para sostener y mejorar los servicios públicos del futuro hay que invertir en el presente en los recursos necesarios para afianzar la capacidad de crecimiento de los próximos años.

También, de manera más general, es cuestionable el tratamiento dado al gasto productivo por su vocación de inversión en el futuro, que ha seguido una evolución similar al gasto en Desarrollo Económico, cayendo en su participación presupuestaria en 2016 y no recuperando su peso de 2015 hasta 2018.

A este respecto, ha habido dos elementos con una enorme influencia en la política presupuestaria de los años estudiados: la favorable coyuntura económica, un factor exógeno, y el Acuerdo Programático de Gobierno, una cuestión de naturaleza política. Respecto a la coyuntura económica favorable, cabe destacar que no ha bastado con la recaudación derivada de la misma, sino que se ha recurrido a una reforma fiscal con afán recaudatorio y, además, se ha apostado por un mayor endeudamiento y el alargamiento de los periodos de vida de los préstamos, así como el aumento del personal de la administración, que condicionan el gasto futuro y reducen el margen de actuación presupuestaria cuando éste sea más necesario.

Sobre el Acuerdo Programático, cabe destacar que el foco del Gobierno de Navarra se ha centrado en Geroa Bai, con los departamentos más relevantes de cualquier Administración (salud, educación, desarrollo económico…). EH Bildu ha apoyado al Gobierno y a esta formación le ha correspondido el área de Interior, Justicia y Función Pública, desde donde se ha avanzado el crear una Administración mayor un cuerpo funcionarial más afín a sus planteamientos. Izquierda Unida, con el apoyo de Podemos, ha ostentado el departamento de Derechos Sociales, desde el que ha promovido un gran presupuesto social, aunque con ineficiencias en su cobertura.

Analizando la implementación de la estrategia descrita se puede observar cómo en 2016 el departamento de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia (EH Bildu) fue premiado con 40 millones de euros (por encima de la asignación que le correspondería si todas las partidas creciera al ritmo del total presupuestario) y quintuplicara el ritmo de crecimiento del presupuesto. Del mismo modo, en 2017 fue el departamento de Derechos Sociales (IU/Podemos) el más favorecido en el reparto de gasto presupuestario, a pesar de que ya había experimentado un crecimiento considerable en 2016, que tampoco perdió en 2018.

La buena coyuntura actual no oculta algunos síntomas preocupantes, con malas consecuencias en el largo plazo:

• Entre 2015 y 2018, según datos del INE, la industria manufacturera ha perdido medio punto porcentual su participación en el PIB nominal de Navarra, al pasar del 26,2% al 26,1%. En el mismo periodo la otra región industrial por excelencia, el País Vasco, ha visto crecer esa participación en un 0,7%.

• El Indicador Ceprede de Competitividad Regional muestra un empeoramiento relativo en la competitividad de Navarra, al pasar de una ventaja de 27,6 puntos respecto a la economía española en 2015, ha pasado a 23,3 en 2017. Comparada con la región líder en competitividad, el País Vasco, Navarra ha visto ampliada su desventaja desde los 7,9 puntos de 2015 a 11,5 en 2017.

• Navarra ha pasado de tener en 20015 un PIB per cápita equivalente al 124,2% de la media española al 123% en 20108, mientras que en ese mismo periodo el País Vasco ha aumentado del 131,2% al 131,8%.

Otra política económica es posible

Tras el análisis presupuestario de legislatura, merece la pena pensar en qué política económica alternativa sería posible y necesaria para Navarra. Para ello, Institución Futuro ha analizado la política de gasto público en el País Vasco, una región comparable con Navarra por su estructura productiva, su nivel de prosperidad y su importante grado de autonomía fiscal. La comparación con Navarra muestra que la distribución por departamentos (excluyendo el de Hacienda por tener una interpretación más técnica que política) es semejante con la excepción de Salud, donde Navarra gasta relativamente más, y Desarrollo Económico, donde el País Vasco pone claramente más recursos relativos.

Esta apuesta por el desarrollo futuro mediante la actual inversión lleva tiempo realizándose en el País Vasco y está permitiendo a esta región avanzar en competitividad y renta per cápita y, como muestra la comparativa presupuestaria, dedicar más recursos al área de Derechos Sociales. Es una estrategia de invertir hoy en futuro para crear oportunidades de crecimiento económico y fortalecimiento del Estado del Bienestar.

El análisis de Institución Futuro concluye con una serie de PROPUESTAS PARA UNA NAVARRA MEJOR:

1) En los Presupuestos Generales de Navarra debe priorizarse el superávit presupuestario y la reducción de la Deuda Pública. Se necesita contar con cierto colchón fiscal que permita responder ante la posibilidad de una nueva crisis económica que, tarde o temprano y con mayor o menor intensidad, llegará por el carácter cíclico de la economía.

2) La política fiscal debe moderar el esfuerzo fiscal de personas y familias y la tributación de las empresas, de forma que contemos con un sistema fiscal equilibrado y competitivo que, junto con otros objetivos, como el redistributivo, contribuya al crecimiento económico, a la creación de empleo y a la creación de nuevas empresas.

3) La Administración pública navarra debe ser eficiente y eficaz; debe aprovechar al máximo los recursos que utiliza y ser ejemplar en la incorporación de nuevas tecnologías. Para ello, hay que impulsar más la transparencia, la fijación de objetivos, la evaluación del desempeño y la rendición de cuentas.

4) Las infraestructuras adecuadas, modernas y efectivas contribuyen a la eficiencia económica y a la equidad territorial, impulsan el potencial económico a medio y largo plazo y facilitan el acceso a mercados y recursos. El Tren de Alta Velocidad, la banda ancha, las carreteras, el suelo y el canal de Navarra son infraestructuras estratégicas cuya ejecución ha de ser una prioridad.

5) La educación y la formación deben estar enfocadas a la empleabilidad futura, teniendo en cuenta las necesidades de las empresas y de la sociedad, de forma que se facilite la incorporación de los jóvenes al trabajo. Debe fomentarse especialmente el dominio del inglés, el conocimiento de las nuevas tecnologías digitales y la formación continua en las empresas para asegurar la permanente actualización de los trabajadores en activo. Y debe hacerse respetando la pluralidad y el derecho de los progenitores a que sus hijos reciban una formación de acuerdo con sus propias convicciones.

6) Ha de alentarse el dinamismo empresarial. La empresa privada es la principal generadora de riqueza y empleo, por lo que se debe favorecer su innovación, su apertura al exterior y la búsqueda de tamaño eficiente. Navarra debería ser la región española donde más fácil resulte la creación de una nueva empresa y donde la burocracia sea mínima.

7) Navarra se enfrenta a un grave problema a medio plazo por el envejecimiento de su población y la reducción de la población activa. Es necesario desarrollar políticas fiscales efectivas de fomento de la natalidad que favorezcan la conciliación, con el propósito firme de sostenerlas en el tiempo para paliar sus efectos.

Institución Futuro
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