Diario de Navarra, 3 de febrero de 2013
Belén Goñi, directora general del think tank Institución Futuro
En las últimas semanas se ha hecho pública la noticia del ERE en la sociedad pública CEIN y el anuncio de futuros recortes en el resto de empresas públicas. Parto de la base de que existía y existe la necesidad de repensar y reorganizar el sector público empresarial con criterios de utilidad para el ciudadano, eficiencia económica, eliminación de duplicidades y no competencia desleal con la iniciativa privada.

Pero a la vista del anunciado recorte en CEIN, me pregunto: ¿esta reducción responde a una bien meditada estrategia y planificación?

La innovación y el emprendimiento, principales cometidos de CEIN, son esenciales en cualquier sociedad que quiera seguir siendo próspera. ¿Quién va a tomar su testigo? ¿Quién va a liderar el plan de emprendimiento desde el sector público? ¿Y el impulso de la innovación? ¿El propio Gobierno? ¿Sodena? ¿Moderna? ¿Disponen de personas con conocimiento suficiente en estas materias?

No olvidemos que las cosas las hacen las personas y que la experiencia no puede sustituirse de un plumazo. ¿Cómo se ha previsto el traspaso de conocimiento e información?¿Existen ya los relevistas con nombre y apellidos para recibir ese conocimiento y esa experiencia? Porque si no están definidos mucho me temo que cuando las personas de CEIN se vayan se llevarán consigo todo ese conocimiento.

Visto lo visto, creo que es necesario pensar no sólo en CEIN sino en el total de las 13 empresas públicas del Gobierno de Navarra. La Corporación Pública Empresarial de Navarra (CPEN) ya llevó a cabo en 2011 un plan de ordenación, que supuso la reducción en dos tercios de las sociedades públicas. Entonces, lo único que se hizo fue una fusión económica y jurídica que no entró ni en los contenidos, ni en las personas, más allá de los gerentes. En el primer trimestre de 2012 las sociedades elaboraron sus planes directores que, en el caso de CEIN se aprobó el 29 de marzo. Posteriormente, en el mes de mayo de 2012, los 13 gerentes comparecieron en el Parlamento para exponer sus planes directores.

En esa ocasión se dijo que CEIN era el instrumento de referencia del Gobierno de Navarra para fomentar el emprendimiento y la innovación en todos los ámbitos de la sociedad. También se hablaba de un ajuste de estructura de 102 a 88 personas para finales del 2012. Nueve meses después se anuncia un recorte drástico (a 27 personas), se pasa el emprendimiento a Sodena y la innovación se divide entre Moderna, Nasertic, el departamento de Industria y el conglomerado de centros tecnológicos (que todavía no existe). No parece que el plan de 2012 siga en vigor, pero entonces, ¿cuál es el nuevo? ¿Por qué ha durado tan poco?

Tomando como base lo sucedido en CEIN, me gustaría hacer alguna consideración. En primer lugar, ¿cómo es posible que un proceso de fusión que comenzó en el año 2010 acabe tan bruscamente en el año 2013? ¿Es que en más de tres años no ha habido tiempo para que la propiedad de la empresa decidiera qué actividades debía seguir haciendo el sector público empresarial y cuáles no y cómo se iban a financiar? Porque si se hubiera hecho así, las empresas habrían ido reestructurándose ordenadamente y se hubiera minimizado la pérdida de talento y eficacia.

Y esto me lleva a la segunda apreciación. ¿Por qué se han dejado los recursos humanos para el final, contraviniendo toda la literatura de fusiones que ustedes quieran consultar? Porque la mayoría de las empresas públicas son empresas de servicios cuyo principal valor son las personas que trabajan en ellas. Por un lado, muchas de ellas llevan tres años sabiendo que su puesto de trabajo está en juego enterándose por el periódico o por los presupuestos de muchas de las noticias que les afectan y sin recibir información o estímulo directo.

Y por otro lado, ¿cómo es posible que siendo las personas el principal valor de estas empresas no se haya dedicado tiempo a conocerlas, a saber cómo eran, qué experiencia y talento poseían? ¿Creen que es razonable que se anuncie un recorte drástico y que a la pregunta de los trabajadores sobre quiénes se quedan y quiénes se van, el gerente y el responsable de recursos humanos respondan que las listas las hará el comité de empresa que es quien conoce mejor a las personas?
Estando de acuerdo con que la reestructuración era y es necesaria, lo cierto es que las empresas públicas hacían una buena labor y muchos navarros se han beneficiado de ella. Demonizarlas es muy fácil y también injusto. El pasado de la fusión ya no tiene remedio, pero mirando hacia delante me gustaría tener la convicción de que todos estos recortes se están haciendo con cuidado y con un plan estratégico potente detrás que asegure que no se pierdan conocimientos, recursos y acciones que comprometan nuestro futuro.

Institución Futuro
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