Hace pocas semanas el Vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Miguel Laparra, señalaba que uno de los grandes retos estructurales de la Comunidad Foral es su insuficiente natalidad, lo que conlleva un desequilibrio demográfico.
Si repasamos los datos europeos, comprobamos que España se encuentra por debajo de la media y que Navarra, aunque con una tasa de natalidad superior a la nacional, tampoco supera la media y se encuentra alejada de los países líderes en esta material, como Irlanda, Francia, Reino Unido y Suecia.

La evolución a lo largo del tiempo a nivel nacional y en Navarra ha tenido una tendencia similar, y en casi todos los años la natalidad navarra ha sido levemente superior a la española.

Ahora bien, al comparar la tasa de natalidad de 2015 con la de 2014 comprobamos que Navarra es la tercera CCAA en la que más ha caído ésta. A todas luces, una tendencia negativa.

Con estos datos en mente, se entiende la preocupación del Vicepresidente Laparra. Lo que va a marcar la diferencia es qué se va a hacer al respecto. ¿Cómo se quiere mejorar la natalidad en Navarra? El Gobierno está elaborando el II Plan de Familia e Infancia. Pero, al mismo tiempo, la última reforma fiscal está provocando mucho descontento entre las familias con hijos. El que hasta el año pasado la desgravación por hijos se restara de la base imponible, y a partir de ahora se deduzca en la cuota a pagar del impuesto hace que muchas familias lo vayan a notar (para mal), según un reciente estudio del Bufete de Abogados Alberto Picón.


Parece claro que la fiscalidad no es el factor definitivo a la hora de que una pareja se decida o no a tener hijos, aunque resulta contradictorio que desde el Gobierno se quiera fomentar la natalidad y, al mismo tiempo, se penalice fiscalmente a las parejas con hijos. Aumentar la tasa de natalidad requiere medidas desde diferentes ámbitos: Gobierno, empresa, familias… Esperemos que el futuro Plan de Gobierno tenga también en cuenta el tema fiscal.