Expansión, 27 de mayo de 2016
Javier Vega de Seoane, Presidente del Círculo de Economía

Por tercer año consecutivo el Círculo de Empresarios, junto al Círculo de Economía y al Círculo de Empresarios Vascos, hemos presentado el Barómetro de los Círculos. En su elaboración también han colaborado la Asociación Valencia de Empresarios, el Círculo de Empresarios de Galicia y la Institución Futuro de Navarra. Se trata, por lo tanto, de un esfuerzo conjunto de la sociedad civil para contribuir a detectar las debilidades y fortalezas de nuestra economía y, en función de las mismas, proponer reformas, siempre orientados a la defensa del interés general de España.

El Barómetro aporta un diagnóstico de la situación competitiva de la economía española y su evolución en el tiempo. Se formulan, en función de ello, propuestas y recomendaciones sobre las áreas del entorno económico y de estrategia empresarial en las que deberían enfocarse tanto los poderes públicos como las propias empresas. Dentro de esas propuestas se destacan ejemplos de buenas prácticas de distintos países en las variables menos competitivas de nuestra economía, al tiempo que reconoce algunos ejemplos de buen hacer en nuestro propio país.

El Barómetro de los Círculos se nutre esencialmente de los principales indicadores internacionales sobre competitividad como son Global Competitiveness Report, del World Economic Forum, World Competitiviness Yearbook, del IMD, y Doing Business, del Banco Mundial. En todos estos rankings ocupamos posiciones que no se corresponden con las aspiraciones de un país de la grandeza de España. En concreto, estos informes nos sitúan en los puestos, 33, 37 y 33 respectivamente, cuando deberíamos aspirar a estar en todos ellos entre los 20 primeros países del mundo.

En estos informes se hace un estudio comparativo de 32 índices internacionales sectoriales sobre aspectos concretos de la economía, poniendo de manifiesto las fortalezas y debilidades de los distintos países en los principales pilares que determinan la calidad institucional y la competitividad.

Todo ello se completa con una encuesta en la que han participado 265 empresarios y con 23 entrevistas en profundidad a presidentes y consejeros delegados de importantes compañías. En esta muestra, que contempla distintas regiones españolas, se ha tenido en cuenta a un número significativo de pequeñas y medianas empresas, pues este segmento debe ganar peso y presencia en nuestro país.

Las áreas de actuación en las que se estructura el Barómetro tienen que ver con el dinamismo del mercado, los recursos básicos (entendiendo por estos las infraestructuras, la educación y la innovación), los mercados laboral y financiero, el dinamismo empresarial y la contribución de las Administraciones Públicas. En todos estos aspectos sobre los que hemos analizado un total de 32 variables– los resultados agregados de las tres ediciones del Barómetro nos llevan a la conclusión de que, aunque estamos progresando, no lo estamos haciendo adecuadamente. Y lo que es peor, en cuestiones como mercados laboral y financiero y contribución de las Administraciones Públicas, seguimos suspendiendo en la comparación con la media de los países a los que nos queremos parecer.

Según revelan la encuesta y las entrevistas, los aspectos que más preocupan a los empresarios tienen que ver con la calidad del sistema educativo español, la situación del mercado laboral y el excesivo tamaño e ineficiencia de las Administraciones Públicas. Cuestiones que sólo tendrán solución con reformas estructurales en profundidad, prioritarias en el caso del mercado laboral y de las Administraciones. Las principales recomendaciones que formula este año el Barómetro están, por lo tanto, estrechamente relacionadas con las citadas deficiencias.

Algunas de estas recomendaciones ya las habíamos señalado en ediciones anteriores, como la necesidad imperiosa de poner en marcha una reforma educativa estable, de largo plazo y mediante un Pacto de Estado, que nos prepare para un modelo de crecimiento basado en el talento, o impulsar el desarrollo de la Formación Profesional Dual. En materia laboral insistimos en vincular salarios a productividad, simplificar los modelos contractuales y reformular las políticas activas de empleo. Las recomendaciones en materia de Administraciones Públicas se orientan a reformular la estructura de la Administración territorial, generalizar el uso de la declaración responsable y fomentar la colaboración público privada.

Y, cómo no, recordar la necesidad de que las empresas españolas ganen tamaño. Esto influirá en su productividad y en la de la economía en general; en una oferta de empleo más estable, en un mejor acceso a su financiación, en una mayor propensión a salir al exterior, a innovar y a acceder a nuevas tecnologías, así como a desarrollar, atraer y retener talento. Este objetivo requiere la puesta en marcha de medidas específicas en todos los ámbitos de nuestra economía. En especial modificar aquellas de tipo fiscal, laboral y burocrático que desincentivan el crecimiento de nuestras empresas, que se ven afectadas por el efecto umbral ante criterios establecidos hace más de treinta años.

Otras aspectos que queremos recordar son una reforma estructural del sistema de pensiones que lo haga sostenible y una fiscal que incremente la recaudación, no subiendo los impuestos sino simplificando el sistema y ensanchando las bases imponibles. ¿Cómo se hace esto último? Pues luchando contra la economía sumergida, el fraude y la corrupción. Por eso también volvemos a insistir un año más en fomentar valores como la solidaridad, la transparencia, las prácticas de buen gobierno y los comportamientos empresariales responsables.

Las recomendaciones del Barómetro quieren contribuir a consolidar la recuperación y afianzar el crecimiento para resolver los graves problemas que aquejan a España como son el elevado nivel de desempleo, el déficit público y un endeudamiento público que ya se ha situado en el 100% del PIB. Sólo controlando estas variables podremos sostener en el futuro el Estado de Bienestar a que los ciudadanos aspiran. Pero, seamos optimistas. El Barómetro identifica en España una serie de ventajas comparativas sobre las que se asienta nuestro potencial de crecimiento a corto y medio plazo. Destacan entre éstas una mano de obra cualificada, competitiva y valorada internacionalmente; unas infraestructuras de alta calidad; el tamaño y localización del mercado doméstico; el fortalecimiento del sector industrial y, en especial, del sector exterior en su conjunto, y la mejora de la competitividad derivada de la evolución de los costes laborales unitarios.

La economía española registró en 2015 un crecimiento del 3,2 por ciento, lo que supuso uno de los mayores avances dentro de la Unión Europea. Según todas las previsiones, parece que ese crecimiento se va a mantener en un futuro próximo, a condición de eliminar la incertidumbre política y profundizar en las reformas. No debemos relajarnos pues nos enfrentamos además con una situación de inestabilidad internacional con notables riesgos geopolíticos, que pueden afectar nuestro crecimiento, pero que, si hacemos bien nuestros deberes, pudieran situar a España como un mercado más atractivo para la inversión internacional.

Esperemos que esta incertidumbre se empiece a despejar a partir de las nuevas elecciones generales del próximo 26 de junio. Sería una magnífica noticia que el próximo curso lo iniciásemos con un Gobierno que transmita estabilidad y confianza, y dispuesto a relanzar las reformas pendientes y ofrecer a los españoles un proyecto ilusionante. Esperemos que en la próxima edición del Barómetro de los Círculos podamos hablar de que España sí progresa adecuadamente. De momento avanzamos, sí, pero a un ritmo insuficiente…

 

Javier Vega de Seoane

Presidente del Círculo de Empresarios

Institución Futuro
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