Descargar informe

El tercer informe del Centro para la Competitividad de Navarra (CCN), editado por Emilio Huerta, director del Centro y de Institución Futuro, examina cómo se gestiona el capital humano en la industria navarra y elabora un diagnóstico para detectar sus puntos fuertes y débiles.

Concluye que el modelo de organización de la producción y del trabajo entre las empresas navarras es muy convencional y crecientemente obsoleto. Las empresas navarras siguen compitiendo mayoritariamente basándose en la eficiencia y el aprovechamiento de las economías de escala, cuando hoy la innovación y la flexibilidad son los nuevos imperativos que la empresa tiene que satisfacer, si quiere ser competitiva. Asimismo, la investigación propone una serie de recomendaciones que conduzcan a una mejora en la disponibilidad, cualificación y motivación del capital humano de la Comunidad Foral.

El estudio cuenta con dos partes diferenciadas: la primera analiza la gestión del capital humano en las empresas navarras, y la segunda recoge las conclusiones de las ponencias de varios expertos que participaron en el Seminario de Innovación Organizativa del CCN. En la elaboración de este informe han participado, junto con Emilio Huerta, Alberto Bayo Moriones y Javier Merino Díaz de Cerio, profesores de la Universidad Pública de Navarra. La obra ha contado con la ayuda del Servicio Navarro de Empleo y la Confederación de Empresarios de Navarra.

Para elaborar la primera parte del informe, se realizaron encuestas a directivos de 203 plantas industriales navarras de al menos veinte empleados. Esta base de datos fue obtenida a partir de la realización de entrevistas presenciales durante 2006.

Las principales conclusiones del informe son:

I) Predominan entre las empresas los sistemas de organización orientados hacia la eficiencia, en lugar de hacia la creación de valor: se observa que hay  poca innovación en la gestión de los procesos productivos. El tejido empresarial está más centrado en las ventajas basadas en la eficiencia y la escala, que en las construidas sobre la creación de valor y la flexibilidad. 

II) Se están extendiendo entre las empresas las estructuras fuertemente jerarquizadas para coordinar y gestionar los procesos y actividades: existen demasiados niveles jerárquicos y se utilizan poco las prácticas avanzadas de organización. Además, priman las innovaciones informales y se detecta un bajo uso de las más exigentes.

III) Hay una limitada cultura de cooperación interna en las empresas industriales navarras. La coordinación de las actividades se encuentra bloqueada por la excesiva especialización de las funciones, existen demasiados “muros” entre los empleados, departamentos y funciones que dificultan la coordinación y se potencia el control frente a la autonomía de los trabajadores.

IV) Las Relaciones Laborales en la empresa navarra se basan más en el conflicto que en la cooperación. Las empresas y sindicatos en Navarra continúan desarrollando una gran cantidad de esfuerzos y energías batallando sobre las viejas agendas laborales; negociación de salarios y reducción de jornada, mientras que los nuevos modelos organizativos han permitido construir una nueva cultura basada más en el intercambio de información y confianza que en el oscurantismo y el ordeno y mando.

V)       No hay una suficiente consideración hacia el capital humano en las empresas navarras: existe más administración del personal que estrategias innovadoras de gestión de las personas. La selección de personal, la formación, la retribución, la promoción y la comunicación son cuestiones básicas para la consecución de los objetivos que las empresas han de tener en materia de recursos humanos, que en el fondo consisten en disponer de unos trabajadores motivados, capaces de desarrollar con eficiencia y eficacia su trabajo en aras de conseguir fortalecer la posición competitiva de las mismas.

Institución Futuro
Share This