Es necesario diseñar un nuevo modelo educativo, mediante un Pacto de Estado, en el que no sólo será prioritaria la actualización de los modelos y contenidos, sino también una mayor orientación y colaboración del ámbito institucional, educativo y empresarial. Su consecución permitiría reducir el desempleo juvenil, retener y atraer el talento e impulsar la competitividad de la economía española, contribuyendo a aumentar la confianza e ilusión de los jóvenes por su futuro.