Diario de Navarra, 25 de mayo de 2019
Afea las políticas de gasto “a corto plazo” de Gobierno foral y cuatripartito

Navarra y el País Vasco comparten muchas similitudes que las hacen comparables como región. Su estructura productiva, su nivel de prosperidad o su importante grado de autonomía fiscal son sólo algunas de sus analogías. Y ante esos parecidos más que razonables Institución Futuro ha optado por analizar la política de gasto público que ha seguido la comunidad vecina en los últimos años antes de definir las propuestas que realizará al nuevo Ejecutivo que salga de las urnas tras las elecciones forales del 26 de mayo.

Según el centro de estudios, la distribución del gasto presupuestado en las dos comunidades para 2018 por departamentos –excluyendo el de Hacienda por tener “una interpretación más política que técnica”– es similar con la excepción de Salud, donde Navarra “gasta relativamente más”, y Desarrollo Económico, donde el País Vasco pone más recursos.

De acuerdo con su análisis, mientras que Navarra ha apostado por “políticas de gasto a corto plazo que han respondido al acuerdo programático que firmaron los partidos que sostienen al Gobierno”, la comunidad vecina lo que ha hecho ha sido “invertir en el futuro para crear oportunidades de crecimiento económico y contribuir al fortalecimiento del estado del bienestar. ¿El resultado? Que mientras que el País Vasco ha mejorado en competitividad y renta per cápita y, como muestra la comparativa presupuestaria, ha podido dedicar más recursos al área de Derechos Sociales, Navarra ha empeorado en ambos indicadores.

En 2015, el Indicador Ceprede de Competitividad Regional otorgaba a la Comunidad foral una ventaja de 27,6 puntos porcentuales frente a la economía española, pero en 2017 esa ventaja se había reducido hasta los 23,3 puntos. En la comparativa con el País Vasco, la Comunidad foral vio en ese periodo ampliada su desventaja al pasar de los 7,9 puntos de 2015 a los 11,5 de 2017. La estadística de PIB per cápita también ha sido desfavorable para Navarra que ha pasado de una riqueza equivalente al 124,2% de la media española a otra del 123% en 2018 mientras la comunidad vecina lograba incrementar su ventaja en seis décimas.

La evolución de estos dos indicadores sumada a la pérdida de peso de la industria manufacturera en el PIB nominal de Navarra –medio punto porcentual entre 2015 y 2018 según el INE, al pasar del 26,2% al 26,1%- son tres de los síntomas “preocupantes y con malas consecuencias en el largo plazo” a los que alude el think tank. Lo hace en el séptimo y último informe de una serie de estudios en los que ha comparado los Presupuestos Generales de Navarra del trienio 2016-2018 con los del último año de legislatura del anterior gobierno, el de 2015. Diario de Navarra empezó a publicar el pasado 5 de noviembre los resultados de dicho trabajo en el que, en concreto, el centro de estudios cifra en 1.037 millones los recursos adicionales con los que habría contado el Gobierno durante los tres primeros años de legislatura con respecto a los contemplados en el presupuesto de 2015. Recursos procedentes, principalmente, de la favorable coyuntura económica que permitió aumentar la recaudación fiscal (209 millones más vía impuestos directos y 591 vía impuestos indirectos), pero, también, de la reforma fiscal que supuso unos nuevos ingresos estimados de 219 millones. Ingresos que, tras ajustes, suponen 712 millones más.

“Interpretar” la estrategia

En su último informe, a diferencia de los anteriores –dedicados fundamentalmente a identificar los nuevos recursos disponibles en los presupuestos de Navarra, su procedencia y el destino que se les ha dado, el análisis se centra en “interpretar” la estrategia política y económica que, en opinión de Institución Futuro, subyace de las cuentas del último trienio. Una interpretación que, asegura, realiza desde “la evidencia que ofrecen los datos”, los de los propios presupuestos y los que ofrecen instituciones reconocidas en sus respectivos campos de especialización y con diferentes sensibilidades ideológicas. La conclusión del centro de estudios es clara: “Navarra necesita otra política económica que apueste por la mejora de la competitividad y por el desarrollo económico sostenible”. Defiende que “para sostener y mejorar los servicios públicos del futuro hay que invertir en el presente en los recursos necesarios para afianzar la capacidad de crecimiento de los próximos años”, algo que, en su opinión, no ha hecho el actual Gobierno de Navarra. “Parece que se da por sentado el crecimiento como si fuera el resultado necesario de la naturaleza de las cosas, pero no es así. El desarrollo requiere esfuerzo y hemos de cuidar de las condiciones que favorecen el progreso económico”. El centro de estudios critica con especial dureza el recorte del 25% que en 2016 experimentó el departamento de Desarrollo Económico “del que no se ha recuperado en los presupuestos de 2018”. Recorte del que responsabiliza directamente “a la presidencia y la vicepresidencia de Desarrollo Económico por no haber dotado de recursos al crecimiento económico que asegure el desarrollo de la sociedad en los próximos años”.

Lo achaca a políticas “cortoplacistas que podrían devenir en serios condicionantes para el crecimiento futuro”. “Hemos de invertir para generar y con los recursos así generados seguir mejorando los servicios y mantener la inversión en un ciclo continuado”, recomienda. Como ejemplo de “buena idea” para conseguirlo alude al plan estratégico del que se ha dotado a Navarra con la estrategia de especialización inteligente (Navarra S3) que aspira a implicar a la sociedad navarra en la consecución del triple objetivo que persigue: mayor calidad de vida, mayor prosperidad y sostenibilidad medioambiental. Objetivos que, recuerda, requieren de recursos adecuados para que ese plan no quede en una mera declaración de intenciones. Y de ahí sus críticas a la política económica que detecta en los presupuestos del Ejecutivo foral del último trienio, sobre todo por el tratamiento dado al departamento de Desarrollo Económico que experimentó un recorte del 25% pero, también, por el tratamiento al “gasto productivo” que ha seguido una evolución similar al gasto en esa área.

Fiscalidad contra empresas

Institución Futuro asegura que los dos elementos que más han influido estos años en la política presupuestaria han sido, por un lado, la favorable coyuntura económica y, por el otro, el acuerdo programático que, considera, ha implicado “concesiones entre los partidos implicados para políticas de efectos inmediatos a costa de otros objetivos de más largo plazo”. En opinión del centro de estudios, con la mayor cantidad de recursos disponibles en un entorno más favorable se habían abierto posibilidades para plantear nuevas metas para la política presupuestaria. Pese a eso, prosigue, se recurrió a una reforma fiscal “con cierto afán recaudatorio” y que se hizo “en detrimento de las empresas, restándoles competitividad, sin ofrecerles nada a cambio” y, también, a un mayor endeudamiento”.

Con esta lógica, argumenta el think tank, el Ejecutivo foral habría “aparcado o debilitado con una menor dotación aquellas políticas más enfocadas a reforzar los mecanismos de crecimiento a medio y largo plazo”. “Los costes inmediatos son inapreciables y tampoco existe preocupación ni demanda social alguna por la favorable coyuntura económica de la que seguimos disfrutando”, asegura. Entre las decisiones con implicaciones presupuestarias que trasladan al futuro cargas económicas y compromisos con gastos notables, cita desde el aumento de la deuda –la deuda por habitante creció un 8% entre 2015 y 2017-, al alargamiento de los periodos de vida de los préstamos pasando por el aumento del personal de la administración.

Un crecimiento de gasto por departamentos a distintas velocidades

El análisis de Institución Futuro aborda el peso de los diferentes partidos que han sustentado el Gobierno foral medido en términos del presupuesto con el que han contado a lo largo de la legislatura los departamentos que han liderado y con Geroa Bai al frente de las áreas más relevantes para cualquier administración autonómica: Salud, Educación y Desarrollo Económico.

EH Bildu, al que le correspondió el área de Interior, Justicia y Función Pública, “ha podido avanzar en sus objetivos de crear una administración mayor y un cuerpo funcionarial más afin a sus planteamientos, en parte, por el sobredimensionamiento de la necesidad del euskera en el cuerpo público”. En 2016, de acuerdo con el análisis de Institución Futuro, este departamento habría quintuplicado el ritmo de crecimiento del presupuesto con una asignación que superó en 40 millones la que le hubiera correspondido si todas las partidas hubieran crecido al ritmo del total presupuestario. Izquierda Ezquerra, con el apoyo de Podemos, consiguió desde Derechos Sociales “empujar en sus ideales de izquierda mediante un gran presupuesto social aunque con ineficiencia en la cobertura de las necesidades sociales”. En 2017, ese departamento fue, dice el think tank, el más favorecido en el reparto de gasto presupuestario “a pesar de que ya había experimentado un crecimiento considerable en 2016 que no lo pierde en 2018”. La evolución del presupuesto para Educación y Salud evolucionó a una tasa más cercana a la media. En 2018, el reparto entre los departamentos de las distintas formaciones políticas del Gobierno fue más equilibrado. Destaca la “recuperación” del área de Desarrollo Económico, tanto en ese año como en 2017 aunque todavía se mantiene por debajo del gasto de 2015.

Las siete propuestas de Institución Futuro “para mejorar Navarra”

1 Superávit presupuestario y reducción de la deuda pública. Se deben priorizar en los Presupuestos Generales de Navarra. Se necesita contar con cierto colchón fiscal que permita responder ante una nueva crisis económica que, tarde o temprano y con mayor o menor intensidad, llegará por el carácter cíclico de la economía.

2 Política fiscal. Se debe moderar el esfuerzo fiscal de personas y familias y la tributación de las empresas de forma que contemos con un sistema fiscal equilibrado y competitivo que, junto con otros objetivos como el redistributivo, contribuya al crecimiento económico, a la creación de empleo y a la creación de nuevas empresas.

3 Administración pública. Debe ser eficiente y eficaz y aprovechar al máximo los recursos que utiliza. También, ser ejemplar en la incorporación de nuevas tecnologías. Por ello, hay que impulsar más la transparencia, la fijación de objetivos, la evaluación del desempeño y la rendición de cuentas.

4 Infraestructuras adecuadas, modernas y efectivas. Contribuyen a la eficiencia económica y a la equidad territorial, impulsan el potencial económico a medio y largo plazo y facilitan el acceso a mercados y recursos. El Tren de Alta Velocidad, la banda ancha, las carreteras, el suelo y el Canal de Navarra son infraestructuras estratégicas cuya ejecución ha de ser una prioridad.

5 Educación y formación. Deben enfocarse hacia la empleabilidad, teniendo en cuentas las necesidades de las empresas y de la sociedad de forma que se facilite la incorporación de los jóvenes al trabajo. Debe fomentarse el dominio del inglés, el conocimiento de las nuevas tecnologías digitales y la formación continua en las empresas para asegurar la actualización de los trabajadores en activo.

6 Dinamismo empresarial. La empresa privada es la principal generadora de riqueza y empleo por lo que se debe favorecer su innovación, su apertura al exterior y la búsqueda de tamaño eficiente. Navarra debería ser la región española donde más fácil resulte la creación de una nueva empresa y donde la burocracia sea mínima.

7 Envejecimiento y reducción de la población activa. Es un grave problema a medio plazo para la Comunidad foral. Se requiere desarrollar políticas fiscales efectivas de fomento de la natalidad que favorezcan la conciliación y con el propósito firme de sostenerlas en el tiempo para paliar sus efectos.

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Institución Futuro
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