Desde hace meses venimos advirtiendo de los malos resultados que obtiene Navarra en el Indicador de Clima Industrial (ICI). Éste lleva tiempo mostrando cómo mientras España remonta en el citado Indicador, los datos ofrecidos recientemente por el Instituto de Estadística de Navarra referentes al mes de septiembre muestran cómo la Comunidad Foral se encuentra, un mes más, por debajo de la media nacional y la media europea.
Recordemos que el ICI resulta de calcular la media de los siguientes indicadores de opinión empresarial: cartera de pedidos, existencia de productos terminados (cambio de signo) y tendencia de la producción. Los malos resultados de septiembre se deben, según el Instituto de Estadística de Navarra, a la moderación observada en la producción prevista, que se ve compensada por la recuperación estimada en la cartera de pedidos.
Teniendo en cuenta que la industria es el sector estratégico por antonomasia de la Comunidad Foral, este indicador resulta de suma importancia.
Merece la pena recordar, además, los resultados del Índice de Confianza Empresarial (ICE) que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística, referidos no solo a la industria sino a todos los empresarios.
Los datos muestran cómo si bien Navarra llevaba desde 2014 por encima de la media nacional, esa tendencia cambió en 2016. Desde entonces, ha habido tres trimestres consecutivos en los que la confianza empresarial de Navarra ha sido menor que la media española. En el tercer trimestre de 2017 Navarra volvió a colocarse por encima, pero los datos del 4T muestran cómo la caída de la confianza ha situado a Navarra a tan solo dos décimas por encima de la media nacional. Una tendencia irregular que contrasta con los años anteriores.
Por último, recogemos el saldo de opiniones respecto al último trimestre de 2017. Restando a las opiniones positivas las negativas comprobamos cómo Navarra obtiene un saldo de 1,6, frente al 5,2 de media nacional. Es decir, la opinión empresarial sobre el trimestre entrante es en la Comunidad Foral bastante más pesimistas que en España.