Bajo el título de “La política después de la indignación. Reflexiones en torno al 15-M, la desconfianza ciudadana y la transformación de la democracia“, Innerarity subrayó el hecho de que el movimiento de los indignados, el llamado 15-M, ha sido un catalizador, y ha puesto sobre la mesa temas poco atendidos, como son las contradicciones del propio sistema político. Este movimiento no posee un programa político, por lo que a la hora de traducirlo en medidas, reformas y procesos, habrá discrepancias, pero no por eso pierde legitimidad. “El 15-M no es un movimiento revolucionario, no pretende general un cambio por sí mismo, es un movimiento expresivo”, es decir, envía un mensaje que hay que saber escuchar y traducir a la política. 

El hecho de que exista desconfianza ciudadana resulta positivo, “porque es señal de que la sociedad es más exigente”. Ahora bien, la indignación no es suficiente, es más difícil encontrar a personas que estén a favor de algo concreto e identificable. “No tendremos una sociedad democrática madura hasta que no seamos capaces de hacernos cargo de la complejidad del mundo en el que estamos”, al igual que “debemos aprender a juzgar a los políticos con benevolencia, o no tendremos autoridad como ciudadanos para realizar críticas”.

Respecto a la situación de la política a día de hoy, destacó que a ésta “se la ha despojado del carácter de acción que puede producir un cambio mejor, y esto no es una buena noticia”. En muchas esferas de la sociedad se están produciendo cambios y avances, la innovación es constante, pero frente a estos cambios la política es un ámbito que da imagen de paralización y rutina. “Ya no es un lugar donde se configura el cambio; ahora es un espacio donde se administra el estancamiento“.

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El filósofo Daniel Innerarity explicó en su conferencia del 23 de noviembre de 2011 que el movimiento de los indignados en España no es revolucionario, sino que pretende estimular a la opinión pública. Añadió que los tiempos venideros son de desilusión democrática, por el desencanto existente con la clase política

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