Navarra Confidencial, 26 de junio de 2015

Un estudio determina que eliminar la concertada y que el sistema público tuviera que hacerse cargo de todos esos alumnos tendría un coste anual para la administración de entre 44 y 53 millones de euros, según un cálculo conservador.

Según los sucesivos informes PISA, la educación navarra se encuentra en los primeros puestos de la educación española, pero en concreto no sólo es que la educación concertada navarra consiga mejores resultados que la pública, sino que obtiene mejores resultadas que la afamada educación púbíca de Finlandia.

Dicho de otro modo: si convirtiéramos la educación concertada navarra en una educación pública como la de Finlandia, en general bajaríamos el nivel.

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Partiendo de estos datos, alguien podría pensar que los navarros estamos encantados con la educación concertada, o que de lo que se trata es de elevar el nivel de la escuela pública al de la concertada, o que en todo caso lo que habría que hacer es extender y facilitar el acceso a la educación concertada.

Pues no, para los partidos de la izquierda navarra de lo que se trata más bien es de exterminar la educación concertada.

Al margen de todas las consideraciones que podríamos hacer para tratar de explicar los motivos de esta fobia aparentemente ilógica, acabar con la educación concertada tendría un elevado coste para las arcas públicas. Si desaparecieran los conciertos, la administración tendría que hacerse cargo directamente de todos esos alumnos. ¿Qué sucedería entonces?

La mejor aproximación disponible para contestar a esta pregunta la encontramos en un informe de Institución Futuro de hace tan sólo un mes. El sobrecoste para las arcas públicas oscilaría entre los 44 y los 53 millones de euros.

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Para conocer los detalles del cálculo de costes se puede consultar el informe de Institución Futuro, que pondera los datos del Consejo Escolar de Navarra compensando que en dichos datos, por ejemplo, en el coste de los colegios públicos se incluyen comedores o transporte, mientras que a diferencia de los costes de los concertados se excluyen electricidad o calefacción. Otros factores son el menor salario o el mayor horario de los profesores de la concertada respecto a los de la pública.

Podemos concluir que si eliminamos los colegios concertados navarros también eliminamos los colegios navarros con mejores resultados, con lo que bajaríamos el nivel general de la educación. Además eliminaríamos el derecho a decidir de los padres para elegir un modelo u otro, con la consiguiente merma de la libertad educativa. Una libertad que en todo caso tendría que ir en la dirección facilitar a todo el mundo la capacidad de elegir un colegio concertado si así lo quiere, no en la de liquidarla con carácter general. En tercer lugar, eliminar los colegios concertados tendría además un impacto económico anual de al menos 44 millones de euros. Un dinero que extra que habría que sacar o de los bolsillos de los contribuyentes o recortarlo de otras partidas.

Alguien podría pensar que, justo en la dirección contraria, eliminando los colegios públicos subiría el nivel académico, la libertad educativa aumentaría porque los colegios concertados ofrecen un mayor repertorio que los públicos en cuanto a la inspiración de sus idearios, y además de todo, puesto que la educación pública representa unos 2/3 del total, en vez de tener que gastar 44 millones más podríamos ahorrarnos alrededor de 88 para dejarlos en los bolsillos de los contribuyentes o dedicarlos a otras partidas.

Como detalle final, en la CAV existe la mayor proporción de España de educación concertada. Si en Navarra la educación pública representa el 65%, en Madrid es el 54% y en la CAV sólo el 51%. Aunque ya se sabe que las personas de algunos partidos, para saber lo que opinan sobre un tema, primero necesitan un GPS.

Institución Futuro
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