Los datos del Instituto Nacional de Estadística publicados hoy mismo sobre la creación y disolución de sociedades mercantiles en abril de 2019 muestran cómo en Navarra se crearon un 14,1 % de sociedades menos que en abril de 2018. Es así una de las comunidades con el peor dato.
Asimismo, la disolución de sociedades en la Comunidad Foral fue un 166% superior que en abril del año anterior, lo que la sitúa a la cabeza de las regiones con mayor aumento del número de disoluciones.
En resumen, abril de 2019 fue un mes muy negativo para Navarra a este respecto, no solo cuando la comparamos con el resto de CCAA, sino también con el histórico de la Comunidad Foral. Como puede comprobarse en la siguiente gráfica, el saldo neto de sociedades mercantiles (es decir, el resultado entre sociedades creadas y sociedades disueltas) fue de los peores de los últimos once años.
¿Por qué son preocupantes estos datos? Porque parece que no se está estimulando el dinamismo empresarial. No olvidemos que la empresa privada es la principal generadora de riqueza y empleo, por lo que se debe favorecer su innovación, su apertura al exterior y la búsqueda de tamaño eficiente. Sería deseable que Navarra fuera la región española donde más fácil resultara la creación de una nueva empresa y donde la burocracia fuera mínima. No parece que, al menos por el momento, se esté consiguiendo.