Lunes, 16 de abril de 2012. 19 hs. Sede de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), Pamplona
La Reforma Laboral: ¿reforma o transición?

Juan Antonio Sagardoy, Catedrático de Derecho del Trabajo y Presidente de Honor de Sagardoy Abogados, subrayó que la reforma laboral no es malvada ni va a acabar con los cimientos del derecho del trabajo. Añadió que sus virtudes se verán dependiendo del uso que de ella hagan los empresarios.

Así lo expuso el lunes, 16 de abril en la conferencia organizada por Institución Futuro con la colaboración de Diario de Navarra, Onda Cero, la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), en cuya sede se celebró el evento. El ponente fue presentado por Javier Troyas y Belén Goñi, presidente y directora general respectivamente de Institución Futuro ante más de 150 personas, entre los que se encontraban la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, el vicepresidente segundo, Álvaro Miranda, el presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán, y la Delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba, junto con representantes del mundo de la empresa.

 Vídeo Juan Antonio Sagardoy

 

Bajo el título de “La Reforma Laboral: ¿reforma o transición?”, Sagardoy subrayó que la reforma laboral no es malvada ni diabólica, aunque muchos medios de comunicación se empeñan en destacar una idea que no es real, la de que la reforma supone barra libre para el empresario para el despido, “y eso no es cierto. Ningún empresario despide sin motivo: nadie contrata a quien no necesita, ni nadie despide a quien necesita“. “Lo que la reforma trata es de frenar los efectos económicos sobre la crisis y establecer un marco jurídico que facilite la creación de empleo”.
El Catedrático alabó la reforma porque con ella se eliminan obstáculos para que el empresario se anime a contratar. Ante la petición de los empresarios que no contratan porque la legislación es muy rígida, se les facilita para contratar; y, además, en vez de optar siempre por el despido, “se le dan facilidades para modificar las condiciones de trabajo para que antes de despedir pueda utilizar elementos preventivos para ahorrar despidos”. En este contexto, puntualizó que las virtudes de la reforma dependerán del uso que de ella hagan los empresarios, que tienen una responsabilidad histórica para que los mecanismo que ofrece la reforma laboral se utilicen bien”.
Sobre las razones por las que el sistema de relaciones laborales en España ha resultado tan ineficiente, el ponente destacó tres. La primera, que toda la legislación ha ido dirigida a proteger más el puesto de trabajo que al trabajador, es decir, “la obsesión era que la persona que tuviera un puesto de trabajo no lo perdiera poniendo el coste de despido muy elevado”. Pero ahora no se puede asegurar que un trabajador no vaya a perder su puesto de trabajo; “lo que se debe hacer es fomentar la empleabilidad mediante una formación suficiente que le permita encontrar otro puesto de trabajo”.
La segunda razón de ineficiencia son los convenios colectivos, muy inamovibles, “que han sido inmunes a la situación de la empresa bajo la que estaba sujeta el convenio”. Por último, mencionó la casuística de las Pymes, que suponen más del 90% del tejido productivo en España, y deberían tener una legislación adecuada a sus circunstancias y tamaño: “no se puede tratar igual a una pequeña gasolinera que a Repsol”. “Las Pymes tradicionalmente han sido muy desatendidas, pero no sólo en la laboral, también en lo fiscal, en lo mercantil, en lo administrativo…” y, a pesar de ello, en opinión de Sagardoy, esta reforma laboral no ha afrontado esta problema.
El ponente calificó las cifras de paro de “escandalosas” y dijo de España que es “la campeona absoluta en tasas de desempleo”. En el año 2007 estábamos en el 7,9% y en diciembre 2011 22,85%. Y en los menores de 25 años, un 48,7%. Respecto a la insostenibilidad de la Seguridad Social, destacó que desde diciembre 2007 número afiliados a la Seguridad Social ha disminuido un 12,5% y el gasto medio mensual en prestaciones por desempleo ha aumentado de 1.280 millones de euros a 2.584 millones de euros. En este contexto, el Catedrático de Derecho del Trabajo dejó claro que vivimos y competimos en un mundo global, por lo que “o juegas con las mismas reglas de juego que el resto de jugadores o te vas a la ruina”. 

 

Institución Futuro
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