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A las pequeñas y medianas empresas navarras les preocupa notablemente y por ese orden, la debilidad de la economía española, la poca confianza que transmite el gobierno central y la debilidad de la economía internacional. Uno de los principales factores de riesgo percibidos por los empresarios en Navarra son el acceso a la financiación externa (se ha reducido un 6,88% en lo que va de año), así como los problemas de liquidez generadas por las caídas de las ventas, los recursos internos de las empresas y los problemas de cobro a sus clientes.

El Barómetro pulsa la opinión de las pymes navarras sobre la situación económica y financiera, así como las expectativas para los próximos trimestres, fruto de un muestreo a un importante y representativo número de pequeñas y medianas empresas navarras asociadas a CEN. Del barómetro se han excluido las grandes empresas (siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea pymes son aquellas empresa cuya plantilla es inferior a 250 personas o cuya facturación no sobrepasa los 50 millones de euros).

 

El estudio pone de manifiesto que las expectativas de las empresas no dependen sólo de la evolución del escenario macroeconómico de nuestra economía regional (el PIB de Navarra creció un 0,6% en el segundo trimestre), ya que para muchas de ellas no es su ámbito de referencia, sino que están condicionadas por las perspectivas de mejora de su facturación, facilidad de financiación y recuperación de los márgenes empresariales, que en estos tres años de dificultades han sufrido considerablemente. De hecho, los empresarios navarros manifiestan su inquietud al no percibir un cambio de tendencia coherente y consistente.

Por ejemplo, en relación con las perspectivas de la demanda, el 55,8% de las empresas consideran que la situación de sus mercados es todavía la de recesión, un 32,7% indican que están en una situación normal y sólo un 11,5% consideran que sus mercados se han reactivado. En esta línea, el 72,2% de las empresas encuestadas manifiestan tener una cartera de pedidos débil o muy débil, frente al 5% que indica que su cartera es alta o muy alta. En consecuencia, dos de cada cinco empresas están utilizando menos de la mitad de su capacidad productiva.

La facturación en el año 2010 se ha mantenido o ha sido superior a la del 2009 para más de la mitad de las empresas encuestadas (55,7%). No obstante, las ventas han caído un 6,97% de media. Por su parte, la evolución de la exportación ofrece un panorama positivo, ya que más de dos tercios de las empresas reconocen una evolución favorable sus exportaciones este año: sus ventas en el mercado exterior han aumentado un 5,02%. Otro dato positivo es de la situación de las inversiones. Más de la mitad de las empresas (54,5%) prevén realizar inversiones iguales o superiores a las del año pasado.

El 69,2% de las empresas mantendrán el empleo en los niveles actuales

En cuanto al empleo, el 26% de las empresas considera que el nivel de sus plantillas es excesivo. En relación con las expectativas de empleo para los próximos meses, el 69,2% de las empresas indican que mantendrán el empleo en los niveles con los que actualmente cuenta, el 3,8% lo aumentarán, mientras que el 27% de ellas piensa en reducir plantilla. Las empresas de la hostelería y la construcción son las que más frecuentemente valora como excesivo el nivel de sus plantillas. En materia de formación, más de la mitad de las empresas señala que no existe oferta formativa o no se adapta perfectamente a sus necesidades. Es de destacar que la fórmula preferida por nuestras pymes para formar a sus empleados es a través de su correspondiente asociación empresarial. Ello se debe fundamentalmente a que consideran la formación ofrecida por los adentros oficiales no es la que específicamente precisan sus trabajadores o a que no está adaptada a las necesidades de la actividad empresarial.

El deterioro de la actividad empresarial se traduce también en un importante deterioro de los márgenes empresariales. Para el 58,6 de las empresas, la evolución de los márgenes ha sido negativa. La principal causa de la relación negativa entre precios y costes es esencialmente, el descenso de los precios de venta para el 78,2% de las empresas. En segundo lugar, para el 38%, se debe al incremento del precio de las materias primas.

Es de destacar que las tres cuestiones que las pymes navarras valoran mejor son, por este orden, la poca dificultad para la contratación de personal (sin duda facilitada por el crecimiento del número de desempleados), el clima sindical y la confianza en el gobierno de Navarra.

Institución Futuro
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