No puede negarse que la reforma laboral aprobada por el Gobierno en 2012 ha sido polémica. Si bien hay quienes aplauden la flexibilidad que aportó al mercado de trabajo, los hay quienes ven en ella una pérdida de calidad en el empleo. De hecho, PSOE y Podemos, entre otros partidos, buscan derogar la citada reforma. Ante esta situación, nos parece oportuno recordar algunos datos sobre el empleo en España.
El primero, la cifra de paro desde en año 2001. Como ya es sabido, la crisis económica, que comenzó en 2007, tuvo como principal consecuencia un aumento muy elevado de la tasa de paro. Existen pocas disensiones en que la reforma laboral frenó la sangría de empleos.
Ahora bien, un argumento que suele escucharse en contra de la reforma laboral es que ésta consiguió que se generara empleo, sí, pero de poca calidad, o lo que es lo mismo, temporal en vez de indefinido. Los datos demuestran que en 2016 la tasa de temporalidad en España era inferior a la de los años precrisis. Es decir, que ahora hay ahora más contratos indefinidos que en el periodo 2002-2007.
Por último, observemos al salario medio del trabajador español. A pesar del tan mencionado empleo de mala calidad derivado de la reforma laboral, se constata que desde 2012, fecha de aprobación de la reforma, el salario medio no ha sufrido grandes caídas. Al contrario, si en 2012 la media era de 22.726 €, en 2014 fue de 22.858 €.